Certifrikada: El Planeta de los Simios

Por Arturo Quirantes, el 2 septiembre, 2019. Categoría(s): Certifikadas ✎ 7
Planeta de los simios certifrikada
Y ahora te vas a tragar el remake de Tim Burton, mono asqueroso

 

ATENCIÓN: spoilers a mogollón

A finales de los años sesenta, cuando la NASA estaba a punto de poner hombres en la Luna, parecía que la carrera espacial no tendría fin. Películas como 2001 Odisea en el Espacio mostraban viajes rutinarios por el espacio en un futuro cercano, y Star Trek TOS nos desvelaba los entresijos de la civilización humana en el siglo XXIII.

El Planeta de los Simios (1968), una historia basada en una obra de Pierre Boulle (por cierto, la leí recientemente y no está mal, pero en este caso prefiero la peli), nos lleva mucho más lejos en el tiempo, al siglo cuarenta. Tres astronautas viajan a un planeta lejano y se estrellan sobre su superficie. Pronto se topan con seres humanos, pero no forman civilizaciones avanzadas; por el contrario, los humanos de ese planeta se comportan como animales salvajes. En este mundo, la especie dominante es la de los simios. Ellos hablan, crean pueblos, dominan la naturaleza y se creen el culmen de la evolución.

 

EL HOMBRE Y LOS SIMIOS

 

La película narra los intentos del protagonista humano, el coronel Taylor (al que conocemos con el nombre de Charlton Heston), por sobrevivir a los simios, quienes ven a los humanos como poco más que animales para cazar. Los gorilas les odian y los orangutanes les tienen asco. Solamente un par de chimpancés, Zira y Cornelius, le brindan su apoyo y su amistad. Tras intentar infructuosamente convencer a los simios de que el ser humano puede ser inteligente, Taylor y su amiga humana Nova escapan hacia la Zona Prohibida, una región fuera de límites para los simios.

En este punto debería callar por eso de no destripar la película, pero me va a resultar imposible seguir esta certrifikación sin spoilers (lo siento, chicos), y además seguro que ya habéis visto el final en múltiples parodias, así que os lo revelo: Taylor se encuentra en el Planeta Tierra del futuro. Según los críticos de esta peli, él ya debería saberlo porque es muy sencillo mirar al cielo y ver la Luna o las estrellas; pero acabo de verla de nuevo, y la verdad es que Taylor se pasa las noches encerrado como un gorila, así que seamos generosos en este punto. En cualquier caso, cuando ve los restos de la Estatua de la Libertad cae de rodillas y comienza a maldecir las guerras. La verdad, que el coronel de la fuerza aérea de una superpotencia nuclear se ponga en plan “maldigo las guerras” me parece algo hipócrita, pero en cualquier caso la escena final del Planeta de lo Simios es una de las más icónicas e impactantes en la historia del cine de ciencia-ficción.

 

LAS SECUELAS (LAS BUENAS, QUIERO DECIR)

 

Pronto llegaron las secuelas, porque la película dio lugar a una pentalogía completa. He aquí la sinopsis abreviada, y por favor, perdonadme si hago que las películas parecen aburridas, pero un párrafo no da mucho de sí y no quiero enrollarme demasiado.

Regreso al planeta de los simios (1970). Sucede de forma inmediata a la primera peli. Taylor y Nova se dirigen a la Zona Prohibida, donde descubren un grupo de humanos con propiedades mentales extraordinarias y al borde de la extinción. En la ciudad simia, los gorilas deciden que hay que tomar la Zona y envían un ejército. Paralelamente una segunda expedición humana llega al planeta, y el astronauta superviviente se dedica a buscar al coronel Taylor. Al final todos se encuentran en la Zona, y cuando la victoria simia parece completa, el coronel “yo maldigo las guerras” Taylor detona la bomba definitiva y erradica toda la vida del planeta Tierra.

Huída del planeta de los simios (1971). La cosa se pone algo más difícil de entender en cuanto a lógica o física, pero nos da igual. El caso es que los simios Zira y Cornelius toman la astronave del coronel Taylor y viajan a la Tierra de los años setenta. Ahora la situación se invierte respecto a la primera peli y los simios inteligentes llaman la atención a los humanos. Al principio los simios tienen suerte, son estrellas de la televisión y la gente les adora. Pero la alegría les dura poco: el presidente y los hombres poderosos deciden que los simios son una amenaza para la raza humana y el científico que asesora al presidente toma sus propias medidas (por cierto, es el mismo actor que sale en Colossus, el Proyecto Prohibido, otra película certifrikada). Al final los simios mueren, así como el simio-bebé que Zira acababa de tener. O no.

La rebelión de los simios (1972). Para mí, es la más inquietante de la pentalogía. Resulta que César, el bebé de los simios inteligentes Cornelius y Zira, no ha muerto realmente. Veinte años después, la humanidad ha esclavizado a los simios y los usa como sirvientes. César se alza como líder y se lanza a la revolución con sus compañeros simios. Cuando triunfa, su primer impulso es el de aniquilar a los humanos, pero deja la puerta abierta a la cooperación entre humanos y simios. Eso sí, queda claro que los simios son los que cortarán el bacalao a partir de entonces.

Batalla por el planeta de los simios (1973). Los humanos han destruido el mundo con una guerra nuclear. Los supervivientes simios y humanos comienzan una frágil convivencia, pero la nueva sociedad se enfrenta a peligros internos y externos. Los gorilas, fuertes y poderosos, no están de acuerdo en tratar a los humanos como iguales y son partidarios de la política de humano muerto, humano bueno. En la ciudad destruida por las bombas, los supervivientes humanos deciden lanzar sus fuerzas contra los simios y volver a recuperar el planeta. Los extremistas de uno y otro bando son finalmente neutralizados, y una débil esperanza se alza en el nuevo mundo.

En principio parece que las cinco películas forman un todo compacto, una especie de historia fatídica de la que nadie puede escapar. En la quinta película, sin embargo, se deja ver un destello de esperanza. Un orangután sale con la teoría de múltiples universos futuros, el destino no está escrito y todo eso, y una escuela conjunta de niños humanos y simios parece dar esperanza de cara al futuro.

 

EL MUNDO FELIZ DE LOS SIMIOS (O NO)

 

¿Qué tiene de especial esta pentalogía simiesca? En primer lugar, por supuesto, la paradoja a que nos conduce la inversión de papeles: donde los humanos eran reyes, pasan a ser esclavos. El mundo futuro no va necesariamente a mejor, sino todo lo contrario, los humanos han caído en desgracia por su propia soberbia y agresividad. Es el turno ahora de otra raza inteligente. ¿Lo harán mejor que los humanos? ¿Será el principio de una sociedad igualitaria y justa?

No necesariamente. Si bien en la primera peli se tocan los tópicos de siempre sobre lo malos que somos los humanos, tampoco la sociedad simia es un dechado de virtudes. Los orangutanes controlan la investigación científica con mano de hierro, hasta el punto de que cuando los chimpancés Zira y Cornelius intentan demostrar que hubo una cultura humana anterior a los simios son censurados y acusados de herejía científica. De hecho, no parece haber investigación científica digna de ese nombre, sino que después de veinte siglos los simios viven muy contentos sin avances tecnológicos, y lo más sofisticado que hacen es montar a caballo y disparar armas de fuego. El mensaje parece ser que la civilización tecnológica no es necesariamente la que nos hace más felices, una idea inquietante estemos de acuerdo con ella o no.

Como buena peli de finales de los años sesenta, El Planeta de los Simios tiene un fuerte contenido social que no debemos menospreciar; de hecho, ese contenido social es uno de los elementos más importantes de la saga completa. Temas como la experimentación animal, las diferencias de clases o la esclavitud se muestran de manera inquietante ya desde la primera película, y la cosa no hace más que ir en ascenso. Por ejemplo:

– En la segunda película (Regreso al Planeta de los Simios) los gorilas prácticamente toman el mando, desoyendo a los sabios orangutanes y ninguneando a los chimpancés. En una escena, estos últimos intentan detener el ejército gorila mediante una manifestación pacífica con pancartas y todo, no muy distintas a las que usaban los humanos en el mundo real por esas mismas fechas (estamos en 1970, recuerden). Al final, la fuerza militar lo destruye poco. Eso de dar una oportunidad a la paz no parece estar muy arraigado en el ideario simio.

– En la tercera (Huída del Planeta de los Simios), hay humanos a los que les mola eso de los simios inteligentes. Los gobernantes piensan de otro modo, y aunque la película los pone como malos el hecho es que no les falta cierta razón en sus motivaciones. ¿Es responsable dejar con vida a unos simios que en el futuro pueden aniquilar la civilización humana? Y por otro lado, ¿es ético matar a alguien que no ha hecho nada malo? El debate está servido, con referencias al bebé Hitler incluidas.

– En la cuarta (La Rebelión de los Simios) asistimos a nada menos que una sociedad esclavista. Vemos alojamientos de esclavos, subastas de simios, todo lo peor de la esclavitud del siglo XIX. Los humanos viven tranquilamente sus vidas, como si la cosa no fuese con ellos, y no parece importarles que su sociedad se haya convertido prácticamente en una dictadura paramilitar. Tras la revuelta los esclavos pasan a ser los amos y en un momento dado César, el líder simio, se debate entre matar a todos los humanos o solamente esclavizarlos. ¿Se convertirá en alguien tan malo como el gobernador humano al que acaba de derrocar? Al final su propia compañera le dice que ese no es el camino, y César comienza a ablandarse. Para dorar la píldora, uno de los humanos buenos es negro y acaba apelando a su condición de descendiente de esclavos para pedir clemencia a César, no para él mismo sino para el blanco y desagradable gobernador de los humanos. Los diálogos del final de la película son impagables y te tienen pegado al asiento.

– En la quinta (Batalla por el Planeta de los Simios) vemos que un grupo de humanos renegados se niega a aceptar la nueva situación e intenta una contrarrevuelta, a pesar de que muchos de ellos están enfermos y algunos son partidarios de la paz entre especies. César, por su parte, descubre que su carisma como libertador de los simios no es suficiente para mantener su sociedad unidad, y en un momento dado los gorilas toman el mando por la fuerza: asaltan el arsenal, encarcelan a los humanos que vivían en armonía con los simios, y amenazan con matar al propio César. Creo que eso de ser traicionado por tus propios seguidores es una actitud muy humana, así que enhorabuena, simios, habéis evolucionado; eso sí, a la porra la superioridad moral.

Tampoco debemos olvidar la faceta femenina. Incluso en los años setenta, los personajes femeninos del cine tendían a ser meros adornos, como la humana Nova, que se comporta como una pitufina total, y en general la presencia femenina en la pentalogía es bastante débil con una excepción notable: la simia Zira. Aunque comienza mostrando una actitud servil hacia las autoridades sociales (sea su marido Cornelius o los sabios orangutanes), su espíritu rebelde e independiente se revelan sin tapujos. Ella es la autoridad moral, la científica ética, ella decide proteger a los humanos incluso si eso le perjudica profesionalmente, da órdenes a su esposo, a los humanos, se enfrenta a las autoridades, organiza los planes. Su esposo, supuestamente superior, pasa a ser un mero comparsa, y el propio coronel Taylor (Charlton Heston, recuerden) acaba rendido a sus pies. Creo que Zira es, con diferencia, el personaje más fuerte e interesante de la película, y lo que es mejor, no necesita recordarnos cada diez minutos que es un personaje fuerte e independiente. Superad eso, humanas empoderadas.

 

EL PLANETA DE LOS REMAKES

 

Y ahora, la parte que no me gusta: las secuelas. Por desgracia, los humanos de Hollywood no pudieron refrenar su impulso de seguir ordeñando la vaca. Recuerdo, por ejemplo, una serie de televisión llamada El Planeta de los Simios, emitida a mediados de los setenta, que no estaba mal del todo. También veo (Wikipedia dixit) que hubo una serie de animación, que no recuerdo haber visto. En ambos casos se trata simplemente de más de lo mismo, material que si no brilla con luz propia al menos no contradice nada de lo hecho hasta entonces en el universo de los simios.

Luego llega Tim Burton y perpetra un remake en 2001. Resulta que los humanos del futuro también hablan, e incluso son inteligentes (aunque no lo muestran en la película). La sociedad simia es igual a la humana de hoy día: hay un traficante de personas, un senador débil y corrupto, un general ambicioso, gorilas de cortas miras, ah sí, y un par de simios buenos. Por su parte, los humanos hablan pero parecen incapaces de iniciativa, salvo cuando deciden enfrentarse con sus manitas desnudas a un ejército de simios. Los personajes incluyen a una rubia buenorra cuyo papel consiste en ponerle morritos al héroe (una pitufina donde las haya, vamos), un adolescente rebelde que no hace caso a lo que se le dice (y se mete en líos, claro)… ah, y el protagonista viaja al futuro porque es más listo que nadie y cree que haciéndose el inconformista podrá salirse con la suya. Pues enhorabuena, idiota, te has cargado toda la estación espacial y has creado un mundo de simios esclavistas tú solito (sí, me cae gordo el tío).

En serio, no sé que pensaban los productores cuando se convencieron de que este remake era una buena idea. No hay crítica social, no hay escenas que te hagan reflexionar, no hay personajes a los que apegarse; todo es una sucesión de clichés que tiene poco que ver con la saga original, y que da la impresión de que estás viendo la típica peli Disney, simplona y con poca sustancia.

Por no haber, no hay ni la menor duda de que el mundo de los simios no es la Tierra del futuro, y en la película aparecen varias lunas para dejárnoslo claro desde el primer momento. Lo único que tiene de bueno esta película son unos efectos especiales bastante monos (nunca mejor dicho), y lo peor es un final que dan ganas de irte a la casa de Tim Burton y darle una colleja. Y para rematar la faena, la física de película es mucho peor que la de las pelis originales, lo cual ya es mucho demérito.

Hay otras películas de simios, secuelas a la de Tim Burton. Reconozco que no he visto y no las conozco salvo por referencias, pero por lo que leo no parece que la cosa vaya a mejor. ¿Recuerdan la ascensión de los simios como seres inteligentes tras una etapa esclavista? Ahora lo explican mediante un virus experimental. En la siguiente película, el colapso de la civilización humana no tiene nada que ver con revueltas sociales, esclavos simios rebelándose, guerras nucleares ni nada similar, sino que echan mano de un recurso perezoso: el virus que hizo listos a los simios ha acabado con los humanos. A la porra cualquier intento por dotar a la historia de trasfondo social. Ahora todo es edulcorado y suave, pero mira qué bien está hecho ese simio por ordenador.

 

EVALUACIÓN

 

En otros casos he evaluado una película no solamente en base a su propia valía sino incluyendo también las secuelas que genera. En este caso declaro abiertamente mi rebeldía. No voy a hacerlo. Me niego. Prefiero creer que el universo del Planeta de los Simios acabó en 1973 (o incluso un pelín más tarde, si quieres que incluya la serie de televisión), y el resto sencillamente no existe.

En cualquier caso te recomiendo que disfrutes con las cinco películas originales. No sólo cuentan una buena historia sino que han envejecido admirablemente bien en muchos aspectos.

 

Nota de calidad certifrikada: 9 (sólo pentalogía original)



7 Comentarios

  1. le recomiendo que dé una oportunidad al ‘origen del planeta de los simios’.

    Es la única pasable de las nuevas y a mí me sorprendió gratamente. Le diría que una de las pocas películas buenas de ciencia ficción de la década: MUY por encima de Interestellar o Arrival que tuvieron mucho más bombo.

    No es pretenciosa, esta bien escrita y dirigida y presenta un alegato humanista y animalista que va mucho más allá que cualquier otra de la franquicia. A demás, tiene un cierto punto de contacto con la realidad que la hace especialmente chocante: el actual estado de la investigación en primates, el drama humano y la desesperación que genera tener un ser querido con Alzheimer… En fin, creo que es una de las películas más atrevidas que Hollywood se atrevió a hacer en la última década y sin duda, la más sensible y reflexiva en el ámbito de ciencia ficción.

    1. Discrepo contigo, y mucho, al compararla con «Interstellar» y «La llegada». Para mi estas últimas son mejores realizaciones, y de largo, en comparación con «El origen del planeta de los simios».
      Un saludo.

  2. La película «La rebelión de los simios (1972)» tiene dos finales rodados: uno donde César no es tan magnánimo con los humanos y el otro, que es el más conocido, es el que mencionas, y el que se emitió a nivel internacional

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Por Arturo Quirantes, publicado el 2 septiembre, 2019
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