Llevo algún tiempo queriendo ver Alien Covenant. Soy un firme creyente de que la franquicia moló durante las dos primeras películas y luego decayó, y mi creencia no mejoró cuando vi Prometheus. La peli me resultó tan decepcionante (y no sólo desde el punto de vista de la Física) que no me sorprendió cuando el propio Ridley Scott renegó de ella y dijo que Prometheus no es una precuela de Alien aunque eso no hay quien se lo crea. Y ahora sale Alien Covenant, una precuela de Alien que sigue a Prometheus y donde salen… digamos cosas que aparecían en Prometheus, con lo que parece que sí que es una precuela. O al menos una secuela de la precuela. O algo.
Sea cual sea el caso, tenía que verla y la he visto. En general me ha parecido bastante mejor que Prometheus, aunque advierto que tampoco llega al nivel que esperaba. La primera escena (vale, la segunda) nos presenta a la Covenant, una nave colonizadora cargada de personas en hibernación, o estasis que se dice ahora. El androide Walter hace de chico para todo mientras la tripulación duerme, y en un momento dado la nave despliega grandes “velas de recarga de energía”. No dan más datos, así que imagino que se ha acercado a una estrella para capturar átomos de hidrógeno o bien fotones, una de dos. Teniendo en cuenta la de energía que puede producir un reactor nuclear, voto por lo primero. En cualquier caso, una idea interesante y una buena excusa para unas tomas espectaculares.
Walter está en la tarea cuando el ordenador emite un aviso perentorio: “tenemos un problema, se ha detectado una explosión de neutrinos en el sector 106, podría desencadenar un incidente destructivo.” Y dicho y hecho, la tensión sube, las cosas comienzan a bambolerarse de un lado a otro, hay chispazos, explosiones, sirenas, luces que se encienden y se apagan. La Covenant queda tocada y la tripulación tiene que ponerse las pilas para resolver la papeleta.
No tenemos más información sobre el evento salvo que se trató de una onda expansiva de una ignición estelar cercana” relacionada con una “erupción estelar espontánea”. El problema que tenemos con eso es que los neutrinos son partículas que prácticamente no interactúan con la materia. La propia Internet Movie Database lo reconoce como error, así que ¿hemos metido la pata, señor Ridley Scott?
Vayamos por partes. Podemos detectar neutrinos cuando los emite el Sol o nuestro propio planeta, pero la detección resulta muy difícil. El motivo es que la gran mayoría de los neutrinos pasan por la materia sin interactuar con ella. Si intentásemos bloquear un chorro de neutrinos con una lámina de plomo del grosor de nuestro Sistema Solar, 999 de cada mil pasarían a través como si fuera espacio vacío. Eso significa que, cada vez que detectamos un neutrino, tenemos la seguridad de que hay una montaña de ellos que no hemos captado.
Podríamos suponer el mayor evento que conocemos de creación de neutrinos, hacer unos números y asegurarnos. Dejando aparte el Big Bang, la mayor fábrica de neutrinos de nuestro Universo es una explosión de supernova, así que vamos a poner a la Covenant en sus cercanías y veamos qué pasa.
Primero, para calentar la calculadora, vamos a ver el grado de mala suerte de la tripulación. ¿Por qué digo esto? Porque, según los astrofísicos, solamente se produce una explosión de supernova por siglo en cada galaxia, y hay unos 400.000 millones de estrellas sólo en la Vía Láctea, lo que significa que la probabilidad de que la Covenant se pase por la única estrella que va a pasar a supernova en el próximo siglo es de una entre 400.000.000.000
Ya es casualidad, pero encima resulta que aparece cuando entra en fase de explosión. No sabemos cuánto tiempo pasará la Covenant en sus cercanías, pero diré que es del orden de un año, ya que la película nos dice que el punto de destino está a 7 años y 4 meses de distancia, y todavía quedan ocho saltos por delante. Que la Covenant se acerque justo el año que va a entrar en supernova es algo con probabilidad de una entre cien. La combinación de ambos sucesos (estar en el lugar erróneo y en el momento erróneo) es una lotería con una probabilidad de ganar de una entre cuarenta billones.
En la práctica creo que esa probabilidad no es tan baja. Por ejemplo, no hemos tenido en cuenta que sólo unas pocas estrellas de la galaxia pueden entrar en fase de supernova. La mayoría de las estrellas son enanas marrones y demás morralla cósmica, que emiten poca energía en el visible y son una mala elección para recargar las pilas. Es posible que los armadores de la Covenant la enviasen a través de una serie de saltos para acercarla a estrellas muy brillantes. Una estrella en fase de pre-supernova debe ser un hervidero de energía electromagnética, de modo que algún listo pensó que sería el lugar ideal de recarga. Imagino que luego se dio cuenta de que la estrella podría explotaría como supernova en cualquier momento pero que no importa con tal que no suceda en su turno. De ese modo la astrofísica se combina con la estupidez humana para estropearles el viaje a los de la Covenant.
Con todo, seguimos sin arreglar el problema de los neutrinos. Quisiera hacer algunas cuentas, porque lo mismo en las cercanías de la supernova la cantidad de neutrinos es muy alta, y ciertamente lo es, pero como no soy Francis Villatoro no me voy a poner a sacar secciones eficaces ni diagramas de Feynman. En vez de eso haré una comparación con un suceso pasado.
En 1987 el observatorio Kamioka detectó un estallido de neutrinos procedente de la supernova que llamamos SN1987A. La palabra “observatorio” quizá haga pensar al lector en grandes telescopios o antenas de radio, pero en realidad se trata de una piscina llena con un par de miles de toneladas de agua, todo hundido a gran profundidad en una antigua mina para que haga de escudo contra los rayos cósmicos.
En cuanto a lo del estallido, se detectaron un total de doce neutrinos. Doce. Imagine cuántos pasaron por el detector para que solamente captasen una docena. Y ahora recuerde que la supernova se encontraba a 168.000 años-luz de la Tierra, unos 1,58 trillones de kilómetros).
Ahora supongamos que la Covenant es nuestro Kamioka, con la única diferencia de que se encuentra más cerca de la explosión. ¿Cuánto más cerca? No podemos saberlo, así que hagamos un barrunto y supongamos que estamos a 150 millones de kilómetros, la misma distancia que separa la Tierra del Sol. A esa distancia una estrella pre-supernova emitirá enormes cantidades de luz, algo beneficioso para recargarse de energía si es eso lo que hacen las velas de recarga.
Los neutrinos se van dispersando por el espacio y la cantidad que atraviesa una superficie dada decrece con el cuadrado de la distancia. Eso quiere decir si tenemos Na neutrinos atravesando una superficie dada a una distancia A y Nb neutrinos a una distancia B, ambas cantidades pueden relacionarse como Nb=Na*(A/B)^2.
Vamos a tomar los datos de Kamiokande (Na=12, A=1,58 trillones de km) y de la Covenant (B=150 millones de km). Con eso, y suponiendo que la Covenant tuviese la misma sección eficaz que el detector Kamioka, nos sale que la nave sufrió el impacto de 1,33*10^21 neutrinos. Ojo, esos no son los neutrinos que atraviesan la nave sino los que sufren interacciones con ella.
El experimento Kamioka contenía tres mil toneladas de agua, lo que significa unos 3.000.000.000/18 = 1667 millones de moles de agua, o unos 10^32 moléculas de agua. [ACTUALIZACIÓN: En la primera edición de este post calculé mal el número de moléculas de agua, y me salió una cantidad mil veces interior. El error está ya corregido]. Eso nos da un impacto de neutrino por cada 75.000 millones de moléculas de agua, lo que no parece mucho; sin embargo, hay que tener en cuenta que los neutrinos pueden tener una energía enorme. Los neutrinos más energéticos detectados en la Tierra superan el billón de electron-voltios. ¡Eso es mil veces la masa en reposo del protón!
Si todos los neutrinos absorbidos por la Covenant tuviesen esa energía, el total absorbido por la nave ascendería a 213 billones de julios, o lo que es lo mismo, unos sesenta megavatios-hora. Si, por el contrario, la energía media de los neutrinos fuese la misma que la de los neutrinos detectados en 1987, (unos veinte megaelectronvoltios), la energía recibida sería mucho menos del orden del kilovatio-hora. Esta cantidad sería pan comido para la Covenant, a la que supongo blindada contra radiaciones de todo tipo; de otro modo los rayos cósmicos ya habrían frito a la tripulación y el pasaje mil veces.
Así pues el escenario de la tormenta de neutrinos parece poco probable, pero podría resultar en una situación peligrosa si la Covenant se encontrase cerca de una estrella que acaba de convertirse en supernova, si los neutrinos de ésta fuesen muy energéticos y si los armadores de la nave fuesen tan chapuceros como para no proteger los instrumentos electrónicos con algo más sofisticado que cinta americana y papel higiénico. En tal caso el fallo de Física sería realmente de ingeniería, con lo que el director Ridley Scott sigue en la picota.
Aun si los neutrinos de una explosión de supernova resultasen un peligro, serían el menor de dos males en comparación con lo que viene después, a saber, una onda expansiva llena de radiación electromagnética que convertirá la Covenant en una tenue masa de gas en expansión. En efecto, aunque los neutrinos no son tan veloces como la luz, abandonan antes la estrella porque atraviesan su volumen sin apenas interactuar, en tanto que la radiación electromagnética ha de abrirse paso entre los restos de la supernova. Eso convierte a los neutrinos en una especie de advertencia previa.
Y aquí veo la salvación para el guión de Alien Covenant: los neutrinos no fueron los causantes de los daños sino tan sólo los emisarios de lo que viene por detrás. Cuando el ordenador detectó la explosión de neutrinos, lo que estaba diciendo realmente era “cuidado con lo que viene detrás”. Y en efecto, poco después de la detección de neutrinos llegó la onda expansiva de la radiación electromagnética golpeó la nave y le dio la del pulpo.
Sólo falta que la Weyland-Yutani nos explique por qué programaron ese rumbo en lugar de ir a lo seguro. Claro que, a la vista de las anteriores pelis de la serie, no creo que pierdan el sueño por insignificancias como la vida o el bienestar de sus tripulaciones. Como dijo Ripley en Aliens el Regreso, al menos los xenomorfos no se matan por un porcentaje.
Pues siendo fan de la saga (incluso la tercera me gusta mucho), me pareció un truño infumable. ALERTA DE SPOILER!!
Suerte que se enteraron de los neutrinos porque en la peli nadie se entera de nada. Se están pegando de tiros en una cueva y los de fuera ni se enteran. La nave avisa de una brecha de seguridad y dos que se lo están montando en la ducha ni se enteran. Se cuela en la nave el sintético que no es y NADIE SE ENTERA! ni la nave. El capi encuentra a una compañera muerta y no avisa por radio a nadie, se pone a seguir al sintético malo hasta su trampa, para que nadie se entere claro. De verdad que están todos faltos o algo porque no se puede ser más inútil.
Ahora eso sí, son incapaces de meterle una bala al xenomorfo debido a su agilidad pero lo atrapan con una grúa de 20 metros, tócate los cojones…
Ah, grandiosa trilogía. Hasta la tercera, porque las demás mejor la dejamos a un lado, como si no hubieran sido rodadas nunca. Aclaro que la tercera me gustó cuando la vi, hace ya tiempo, pero tenía muchos fallos, partes del guión que parecían inconexas, incongruencias… Luego me enteré que la productora había mutilado la película y el director se cabreó, como es normal. Por su cuenta, editó SU versión, que es inmensamente mejor que la que yo vi en su momento, pues tiene escenas que se eliminaron de la gran pantalla que deja todo mucho más coherente.
Luego me reí mucho con la cuarta. La de Prometheus me pareció otro chiste. Y ésta cosa que llaman precuela de la secuela de su puta madre, pues es otra patochada.
A ver si regresa la Ripley de verdad y los pone a todos en su sitio…
No he leído entera esta entrada; pero como va de neutrinos y de fotones, recomiendo la lectura de: physics.info/qfd/practice.shtml
¿Alguien sabe si ese sitio web es solvente?. En esa página web se calcula que pasan 6.5*10^10 neutrinos cada segundo a través de la uña de tu pulgar si lo colocas entre tí y el sol (así, para taparte el sol).
También allí calculan que así caen unos 3.8 *10^17 fotones del espectro del visible sobre (1cm^2 de) la huella dactilar de tu pulgar.
Es plausible que las civilizaciones futuras usen semejante fuente de energía en los viajes interestelares.
Cita obligada:
What-if: Lethal Neutrinos
https://what-if.xkcd.com/73/
😉
Alíen Covenant es una secuela de la precuela y no «una precuela de la precuela»….Es una tontera y en el juego de palabras uno pierde el orden lógico, pero vale la aclaración. Buenísimo el artículo.
Sr. Quirantes, claramente es usted demasiado bueno… n_n
Si están tan cerca de una estrella que pueden recolectar tantos neutrinos de ella, no entiendo porque mucho mejor no recogen la radiación electromagnética normal emitida por ella, que a esas distancias de ella es infinitamente mayor que la obtenida a partir de neutrinos.