Certifrikada: Spaceballs, la Loca Historia de las Galaxias

Por Arturo Quirantes, el 25 mayo, 2016. Categoría(s): Certifikadas • Humor ✎ 6
Spaceballs Certifrikada
Certifrikando a velocidad absurda

¿Que hoy es el Día del Orgullo Friki? Pues ya tardamos en certifrikar una buena película para celebrarlo.

Mi elección de hoy es una parodia de La Guerra de las Galaxias. Hace tiempo, mucho tiempo, en una Internet muy lejana, cuando los foros de debate se regían por el blanco y negro, yo formaba parte de uno que trataba sobre la saga de George Lucas (me refiero a la primera trilogía). Aprendí que el conjunto de material «canon,» lo que diríamos la verdad verdadera del universo Star Wars, incluía las tres películas, unas pocas novelas y una extraña película que no encajaba en la cronología ni con calzador pero que era objeto de culto. Se trataba de Spaceballs, la Loca Historia de las Galaxias, dirigida en 1987 por Mel Brooks.

Quizá sea porque Spaceballs era una buena parodia de la primera película, quizá sea porque parecía que iba a ser la última película del universo Star Wars (en aquellos años nadie se imaginaba que Lucas perpetraría el Episodio I), tal vez sea porque Mel Brooks es un gran cineasta cómico, o probablemente por la gran densidad de frikadas que contiene, el hecho es que me encanta esa película. Spaceballs viene a ser como el Episodio IV a estilo Aterriza como Puedas.

Estos son algunos de los motivos por los que me declaro un «pelota espacial» irreductible:

ALUSIONES AL EPISODIO IV (y lo siento, pero no pienso llamarlo «Una Nueva Esperanza» ni bajo tortura de la Inquisición). Como buena parodia, las hay por todas partes. Tenemos la nave SuperSpaceball 1 que es más larga que un día sin pan, la princesa Vespa, el pícaro Lonestar pilotando un montón de chatarra y acompañado de su propio felpudo con patas, están los soldados imperiales, el malvado de traje y casco oscuro, el maestro Yoda (perdón, aquí se llama Yogurt) que domina los secretos de la Suerte, el mafioso Pizza el Hutt, el mundo amante de la paz, una especie de Jawas cantando la música de los enanitos de Walt Disney por el desierto, y hasta el largo letrero inicial leído por la extraordinaria voz de Constantino Romero. No tenemos Estrella de la Muerte, pero lo compensamos con el desastroso presidente Pol, que también se da una buena mano en estropearlo todo.

Por supuesto, el argumento viene a ser el mismo: princesa secuestrada, pícaro al rescate, irrupción en la guarida del señor oscuro, huída, ocultación, enfrentamiento final, revelación sorpresa, victoria, todos felices y tal pascual. La fórmula es tan buena que acaban de repetirla en el Episodio VII, así que ¿por qué cambiarla? Todo antes que aguantar más chorradas sobre los midiclorianos y el bloqueo comercial.

EL GUIÑO AL MERCHANDISING. Érase una vez, mis pequeñuelos, una era lejana en la que los beneficios de una película provenían de la venta de entradas, algunos carteles y puede que la edición en vídeo años después. George Lucas lo cambió todo, renunciando a su sueldo de director a cambio de los derechos de mercaderías. Ahora las películas se hacen pensando en el merchandising, que a menudo genera más beneficios que la propia exhibición y la venta en DVD.

Mel Brooks también parodió eso, y a lo largo de Spaceballs aparece todo tipo de productos de la película, desde el papel higiénico hasta las sábanas pasando por vajilla o cereales para el desayuno. El propio Brooks, interpretando a Yogurt, lo explica: «Le ponemos el nombre de la película a todo. Mercaderías, propaganda, de donde salen las verdaderas ganancias de la película»

Por si no quedó bien claro que es es una película y van a lo de la pasta, Brooks metió una pulla más: cuando los protagonistas están a punto de despedirse, Yogurt (también interpretado por Brooks) afirma que «quién sabe, si Dios quiere volveremos a vernos en Spaceballs Segunda Parte, a la Búsqueda de Más Dinero.»

Me encantaría comprar el lanzallamas Spaceballs para mis sobrinos pero no es posible. Según IMDB, George Lucas permitió que su película fuese parodiada sin piedad, pero puso como condición que Spaceballs no produjera nada de merchandising. Resulta irónico que una película que anunciaba directamente sus mercancías no pueda venderlas, y Hollywood tuvo que esperar hasta Toy Story para volver a tener una oportunidad similar.

JUEGOS DE PALABRAS. Ya saben que siempre se pierden cosas durante la traducción, pero podemos recordar aquí unas cuantas. El nombre del presidente en la versión inglesa es Skroob, anagrama de Brooks (quien también interpreta a ese personaje) y palabra que suena fonéticamente similar a «screw,» algo así como «que te den.» En español lo convirtieron en Pol, quizá para que sus subordinados lo puedan saludar como «gili, Pol.» La Suerte es, como la dije, Schwartz, que significa Negro en alemán, y según leo era el apellido del representante legal de Brooks, lo que le daba nuevo significado a la frase «que el Schwartz te acompañe.» Y por si se le pasa por alto, cuando Lonestar interfiere el radar enemigo con un bote de mermelada es porque ambas palabras (el verbo inteferir y el sustantivo mermelada) se traducen en inglés como Jam. De nada.

LA LUCHA CONTRA LA PIRATERÍA. Cuando los Spaceballs pierden de vista a los buenos, lo mejor que se le ocurre al comandante es acudir a la videoteca de la nave, que contiene todas las películas de Mel Brooks… incluyendo la propia Spaceballs. Sí, lo han oído bien. Casco Oscuro se queda de una pieza mientras el comandante se lo explica:

«- ¿Cómo puede haber un vídeo de La Loca Historia de las Galaxias si no hemos terminado el rodaje?

– Es cierto señor, pero el mercado del vídeo pirata va en aumento. Vídeo instantáneo, antes de que se acabe la película están en las tiendas»

¿Creía usted, amigo friki, que la piratería y el top manta son cosa de hoy? Pues toma dos tazas.

LA CUARTA PARED. Hay directores de cine expertos en hacer creer al público que están en una película, pero Brooks riza el rizo y se lleva el escenario de rodaje a casa del espectador. Durante la lucha final a sable láser, Casco Oscuro falla su ataque y acaba cargándose ¡a un miembro del equipo de rodaje! Y encima dice que ha sido el otro, el muy cobarde. En otra ocasión, cuando los soldados imperiales creen haber capturado a todos los buenos, resulta que no son ellos sino sus dobles de acción. He visto muchas películas donde el protagonista se libra milagrosamente de ser capturado, pero creo que este caso supera a todos los demás en imaginación. Porque se trata de echarle imaginación y olvidar que se trata de una película, incluso si el propio director te lo está gritando a la cara una y otra vez.

ALIENS Y MÁS ALIENS. Casi al final, nuestro héroe Lonestar y su amiguete Mog paran en un bar de carretera espacial. En un rincón se encuentra un grupo de personas sospechosamente similares a la tripulación de la Nostromo, la nave de la película Alien el Octavo Pasajero. De repente a uno de ellos le entran convulsiones y le sale una criatura tipo alien del estómago. El tipo mira el bicho y susurra espantado «oh no, otra vez no.» Se trata del actor John Hurt, quien también apareció en el reparto de Alien… era el tío al que le salía el bicho por la tripa. Parece que le gustó la escena y Brooks le dio la oportunidad de hacer doblete.

MÁS Y MÁS. Sin ánimo de ser exhaustivo, ni mucho menos de reventar la película a base de spoilers, me limitaré a decir que hay bastantes más guiños y referencias frikis a lo largo de la película, desde la escena final de El Planeta de los Simios hasta Transformers pasando por El Mago de Oz. Dando muestras de sublime troleo, Brooks no se corta en meter incluso referencias de Star Trek en su parodia de Star Wars: el presidente es teletransportado por un tal «Snotty» mientras su subordinado Casco Oscuro pasa de factor warp y lanza la nave a «velocidad absurda,» y el propio Lonestar intenta la pinza vulcaniana contra un guardia spaceball. Y tenía un par de frikadas más pero mejor me callo y dejo que las disfrute usted.

Y el caso es que me han entrado una ganas locas de volver a verla, así que voy a celebrar el día del orgullo friki como Cthulhu manda. Todos en alerta, cierren el circo, evacúen el zoológico… ¡preparados para velocidad absurda!

Nota de calidad certifrikada: 8



6 Comentarios

  1. Ya le echabamos de menos, profesor.

    Lamento discrepar, pero a mi es pelicula me aburre soberanamente, ¿sera que no soy un monstruito y no paso la certificacion?

    Saludos.

  2. En la parte final, cuando Lone Star y su compañero están en el bar espacial, se puede ver también aparcado al «Halcón Milenario» al principio.

    Es una película muy buena para echarse unas risas y como parodia de la trilogía original de «La Guerra de Las Galaxias». A ver cuando vemos por aquí la de «Galaxy Quest».

  3. No sé la versión en español de España, pero en la versión en español latino, para que tenga algún sentido el chiste de la mermelada se tradujo como hacer miermelada el radar.

  4. A mi la película me encantó.

    No entiendo las criticas que a menudo se le hacen a este tipo de cine. No son películas con «mensaje sesudo». Son ristras de absurdos para reírnos durante un rato, y poco mas. Yo creo que hay que tomarlas como lo que son.

    Y que me perdonen los «fans», pero Star Wars tuvo una primera trilogía genial, una segunda con muchos altibajos, y la nueva película está llena de absurdos ridículos. Y si hay algo peor que una película de humor que no pretende ser otra cosa que una película de humor, es una película «seria» que se llena de tonterías sin que vengan a cuento

    1. La última es un refrito de «Una Nueva Esperanza», solo que cambiando la Estrella de la Muerte por algo mucho más grande, destructivo -y no solo más irrealista científicamente sino que además muestra que es una suerte que los ingenieros de aquí no sean como los que usa el Imperio Galáctico/Primer Orden-.

      Está muy entretenida y fin; al menos es mejor que «La Amenaza Fantasma».

      Spoiler gordo: HAN SOLO LIVES.

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