Mis mejores (y peores) lecturas de 2018

Por Arturo Quirantes, el 1 enero, 2019. Categoría(s): General ✎ 5

Me encanta leer. Para otros leer es una obligación, pero para mí es un hobby, un placer, una gozada.

Este año comencé una lista sobre los libros que leo. De ese modo no solamente sé qué libros me he cepillado sino también qué me han parecido; y he compartido mis impresiones con mis lectores en mi otro blog (podéis ver todos los libros y mi comentario personal aquí). Mientras escribo estas líneas el gran total de 2018 asciende a 91 libros. Hay de todo, desde divulgación científica hasta juegos de tronos pasando por filosofía y literatura milenial, porque creo que es bueno abarcar todos los géneros y salirse de la propia zona de confort.

Como soy profe, les he puesto nota. Este ha sido mi baremo: SOBRESALIENTE (me ha entusiasmado, ojalá hubiera más como este), NOTABLE (ameno e interesante, recomiendo su lectura), APROBADO (no es para tirar cohetes pero se deja leer), SUSPENSO (lo considero un rollo y ojalá no me hubiese puesto a leerlo) y NO PRESENTADO (ni siquiera lo terminé de leer así que paso). He intentado justificar mi elección porque imagino que quien me siga deseará saber si considero un libro bueno o malo más allá de “me gusta o no me gusta”, y aunque seguro que no estaréis de acuerdo conmigo (porque a fin de cuentas es mi opinión personal) espero que os sirva de algo.

En este post me limitaré a incluir mi comentario sobre los libros que más y menos. La lista completa, recuerdo, está aquí.

– MIS SOBRESALIENTES

Sólo he incluido ocho libros en esta sección, y la mitad son de relectura (si un libro es bueno, me encanta releerlo cada cierto tiempo). Son estos:

 “¿QUÉ PASARÍA SI…?” (Randall Munroe). El creador de los cómics xkcd.com ha escrito un delicioso libro sobre todo tipo de preguntas alocadas que le han hecho con el tiempo, del tipo “¿podríamos hacer un puente entre Nueva York y Londres usando piezas de Lego?” o “¿qué pasaría si un lanzador de béisbol tirase una pelota al 90% de la velocidad de la luz” Lo bueno es que, mientras que las preguntas son una locura, las respuestas están perfectamente bien razonadas y argumentadas. La física y las matemáticas nos dicen por qué FedEx tiene más ancho de banda de Internet o qué sucedería si apilásemos un mol de topos (moles en inglés). Gracias a este libro me he enterado de que el autor es físico e ingeniero, y que trabajó en la NASA. Se le nota. Sólo tengo una pega que ponerle al libro: tiene demasiadas notas a pie de página (muchas de ellas prescindibles aunque divertidas), y eso quizá ralentice algo el ritmo de lectura. Yo tengo además un problema con este libro: es deprimentemente magnífico. Tengo que añadir a Munroe a mi lista de gente a la que quiero parecerme cuando sea mayor.

A WORLD OF VIRUSES” (Carl Zimmer). Este no es el primer libro sobre virus que he leído, pero es uno de los más interesantes. El autor ha conseguido concentrar gran cantidad de datos interesantes sobre virus en un libro corto y fácil de leer, haciendo un recorrido didáctico por los principales tipos de virus, sus características y efectos. Otros libros de esta temática te dejan pensando cómo es posible que los humanos sigamos vivos en un mundo tan repleto de virus, pero este te plantea lo contrario. Según parece, los virus han sido crucial en etapas del desarrollo de la vida en la Tierra, ayudando a compartir cadenas de ADN. Lectura sencilla y a nivel riguroso pero al misma tiempo divulgativo. Me quedé encantado con esta lectura.

FUNDACIÓN / FUNDACIÓN E IMPERIO / SEGUNDA FUNDACIÓN” (Isaac Asimov).  Me la habré leído un plexollar de veces, pero es la primera vez que la disfruto en ebook. La verdad, prefiero el encanto del papel. Hacía tiempo que no le daba un buen repaso, y sigue siendo insuperable. La nota es psicohistóricamente inevitable.

“HISTORIA FORGESPORÁNEA” (Antonio Fraguas). Pocos tratados de historia son tan divertidos como los del nunca bien ponderado Forges, proclamo.

“MATAR UN RUISEÑOR” (Harper Lee). Una historia sencilla narrada por una niña pequeña. Una obra maestra.

“GUERRA MUNDIAL Z” (Max Brooks). Este es uno de esos libros que me gusta releer cada año. Esta vez aproveché la festividad del día de difuntos (no lo elegí por eso) y me cepillé sus 475 páginas de una sentada. Para el que no lo conozca, narra las diversas fases de una futura guerra contra los zombis, desde los primeros brotes hasta la victoria final. Es un clásico en su género, una obra maestra. Sólo una advertencia, amigo: si te entran ganas de ir a ver la peli del mismo título ¡ni se te ocurra! Dicen que sale Brad Pitt.

– MIS NOTABLES ALTOS

Aunque no llegan a nivel de sobresaliente, hay algunos autores que me han agradado especialmente y merecen una mención especial.

“MEMORIAS DE UN BEDUINO EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS” (José Antonio Labordeta). Este cantautor metido a parlamentario nos escribió en 2009 sus vivencias como miembro del Congreso por la Chunta Aragonesista, y me ha resultado todo un descubrimiento. Por medio de sus ojos he descubierto bastantes figuras públicas, algunas denostadas otras ensalzadas, y he visto lo diferente que son las bambalinas del Congreso, muy diferente de la fachada que vemos todos los días en el Telediario; diferencias que se acentúan cuando eres un diputado regionalista mezclado en el Grupo Mixto en la época de la mayoría absoluta de Aznar.

“EL VIAJE DE BALDASSARE” (Amin Maalouf). Un problema con muchos de los libros de novela histórica es que solamente tienen de “históricos” el nombre de los personajes, y lo mismo podrían ser del futuro o de la actualidad. Este libro carece por completo de ese problema. El autor sabe llevarnos a una época pasada, saltando de una ciudad a otra y de una cultura a otra con una gran facilidad. Al leer el libro me sentí transportado a los lugares que describía y me involucré con las andanzas de los protagonistas. Quizá un pelín exagerada en el sentido de que el protagonista viaja por toda Europa como Pedro por su casa, pero me ha gustado. Este autor pasa a engrosar la lista de mis favoritos.

“ALBERT EINSTEIN. SU VIDA, SU OBRA Y SU MUNDO” (José Manuel Sánchez Ron). Esta es una biografía de Albert Einstein en la que se presenta no sólo como persona sino como científico. Contiene gran cantidad de pasajes sobre Física, cosa inevitable si se quiere calibrar los logros de Einstein, pero al contrario que la biografía de Pais, esta se deja leer con (relativa) facilidad. El autor es buen conocedor del tema y se nota, es la biografía einsteniana que recomendaría. 

“¿TENÍAN OMBLIGO ADÁN Y EVA?” (Martin Gardner). Este libro, al contrario que otros de este mítico divulgador, no trata de juegos matemáticos, sino que se dedica a explorar diversos timos pseudocientíficos de todo tipo. Como es habitual en él, sus explicaciones son claras, contundentes y muy respetuosas (a la Carl Sagan), algo que me gustó especialmente. No es fácil describir el crimen y ocultar al criminal, pero cuando da nombres suele ser de forma correcta y mostrando respeto. 

“LA FORMACIÓN DE INGLATERRA” (Isaac Asimov). La fama como divulgador científico del creador de la Fundación (vale, de las fundaciones) está bien merecido, y cualquiera que sea el tema lo explica de forma magistral. Ahora le ha tocado el turno a la historia de Inglaterra, y gracias al buen doctor ahora entiendo muchas cosas que vi en la serie Vikingos y en la novela Los Pilares de la Tierra. También sé que Ricardo Corazón de León no era tan virtuoso como lo pinta y, bueno, cien cosas más. Qué estilazo divulgando, vive Chtulhu.

“EL FACTOR HUMANO” (John Carlin). Este libro fue el que usó Clint Eastwood para su película Invictus, pero que no de la impresión errónea. Aunque el suceso deportivo que narra (la victoria de Sudáfrica en el Mundial de Rugby de 1995) es parte importante, el libro narra los diez años anteriores de la historia de Sudáfrica, con sus luchas, sus éxitos, sus compromisos, y sobre todo, con Nelson Mandela. Leyendo al autor da la impresión de que Mandela fuese un hipnotizador, un ser con poderes mentales capaz de galvanizar y sumir en la obediencia a cualquier persona (algo así como El Mulo de las novelas de la Fundación de Asimov), y da a veces la impresión de que fue él solo quien acabó con el apartheid sin bajarse del autobús. En indudable que Mandela fue una gran figura tanto en su faceta de estadista como humana, y este libro lo refleja así. Buena lectura para un apasionante período histórico.

“EL CIENTÍFICO REBELDE” (Freeman Dyson). Siempre tuve al autor por un científico excéntrico (que ya es decir en el mundo de la ciencia) y muy particular, y en efecto así es, pero no era lo que me esperaba. Con ese título el lector esperaría a un radical de la ciencia, alguien que encajaría como un guante en la teoría de las revoluciones científicas de Thomas Kuhn. En realidad es una sucesión de reseñas de libros. Lo que lo hace interesante es que no se limita a describir el libro y decir lo que les parece, sino que se explaya con los temas que toca el libro, los personajes (de los que añade muchos detalles, ya que Dyson conoció personalmente a un montón de ellos); en suma, más parece una excusa para que el autor se relaje y hable de lo que quiere, y lo hace con un estilo muy agradable de leer. Extra bonus al hecho de que no se corta un pelo al reconocer cuando se equivoca. Este autor es una gozada, y ya estoy buscando más libros suyos a la de ya.

– MIS SUSPENSOS

No me importa el género o el estilo, si el libro me parece un petardo lo digo y punto. Tenemos seis libros en esta categoría este año:

“PARÍS EN EL SIGLO XX” (Julio Verne). Esta obra del maestro de la ciencia-ficción tiene una historia increíble. El autor la escribió en 1863, un editor la rechazó y el original durmió olvidado hasta que un bisnieto suyo la encontró ¡en 1989! La obra trata de un Paris en el futurista año 1960, donde el arte ha sido aplastado por el progreso tecnológico. La encuentro doblemente decepcionante. Por un lado el autor todavía no había caído en su época “funesta”, y sus novelas aún rezumaban optimismo y alegría; por otro lado el autor, en pleno período de profecías científicas apasionantes (viajes a la Luna, electricidad, submarinos) se muestra bastante torpe con sus descripciones sobre el futuro. Deprimente, repito, no me sorprende que se la rechazasen. Lo lamento, maestro Verne, pero ni a usted puedo pasarle algo así. Nos merecemos algo mejor.

“EL FIN DE LA CIENCIA” (Manuel Lozano Leyva). La verdad, esperaba más de este divulgador tan conocido. Por desgracia el estilo del libro no me ha gustado nada (suena como un abuelo gruñón), generaliza mucho, pontifica sin dar datos o referencias, ¡incluso mete la carrera espacial en el saco de las pseudociencias! Espero encontrar otro libro mejor que me reconcilie con él, porque este me ha dejado con mal sabor de boca.

“FESTÍN DE CUERVOS” (George R. R. Martin). Vale, a estas alturas ya es oficial: estoy harto de tanto juego de tronos. El autor ha decidido no sólo darle el pasaporte a un montón de personajes principales sino esconderlos y pasar de ellos cono si no existiesen. De hecho, al final del libro dice que es mejor así. Yo no estoy de acuerdo. No hace más que hinchar sus libros, introduce personajes que a nadie interesa y nuevos reinos, islas y señoríos que maldita la falta que nos hace. Esto es un rellenapáginas de libro, y ya no funciona, o al menos este libro me ha resultado aburrido y monótono. Paso de tronos y del muro, estoy harto.

“DISCURSO SOBRE EL ORIGEN DE LA DESIGUALDAD ENTRE LOS HOMBRES” (Jean Jaques Rousseau). Menudo palo. Esperaba un gran ensayo sobre desigualdad y derechos humanos, y algo hay al final, pero gran parte del libro pretende demostrar por qué el hombre primitivo era mejor y más feliz que el actual. Peor aún, utiliza gran cantidad de falacias, sesgos, suposiciones y mucho comentario del tipo “bueno, yo creo que esto es así de modo que tiene que serlo y no hay alternativa” Demasiado arrogante y falto de base.

“EL CONTENIDO DEL SILENCIO” (Lucía Etxebarria). No sé bien por qué lo he leído, salvo quizá que creo buena cosa salir de la zona de confort de vez en cuando. Ya había leído un libro suyo y quería darle una segunda oportunidad. No hay tal. Parrafadas larguísimas que intentan describir a un personaje y acaban aburriendo a las ovejas, narración mal estructurada, personajes supuestamente escandalosos y falsamente fascinantes, historias de relleno y un giro inesperado final que, por su puesto, no pilla de sorpresa en absoluto. Lo cierto es que tiene partes interesantes (una historia de nazis en Canarias, relatos de supervivencia en una secta) pero que sobresalen del resto de la historia de forma muy forzada. Y por favor, nadie, NADIE suelta esas parrafadas con frases tan largas, tachonadas de subjuntivos y adjetivos, ni siquiera en sus propios pensamientos. Por lo que a mí respecta, no va a haber una tercera vez.

“OTRAS INQUISICIONES” (Jorge Luis Borges). Mi rubia lo ha calificado con una palabra contundente: prepotente. No puedo sino estar de acuerdo con ella. Es una serie de ensayos, fundamentalmente sobre literatura y humanidades, cargado con montones de referencias clásicas no sé si para dar la impresión de que el autor tiene muchos libros y lee mucho o para convencer al lector de que, si tanta gente lista coincide con el autor, será por algo. Conclusiones lapidarias sin sustento, mucha pedantería, y las pocas veces que habla de ciencia muestra un desconocimiento tan profundo de las cosas que uno desearía que el discurso de las dos culturas de C. P. Snow pudiese aplicarse en ambas direcciones. Una gran decepción.

 

– MIS NO PRESENTADOS

Desde que descubrí que mi Kindle tiene capacidad para más libros de los que podré leer en toda mi vida soy implacable con los que me hacen perder el tiempo. Estos son los tres libros que no terminé siquiera de leer:

PROFECÍAS” (Miguel de Nostradamus). Pensé que este libro sería una lista de tonterías que puede “predecir” cualquier cosa, y así fue, en eso no hubo sorpresa. Quería comprobarlo y así ha sido; me ha dado la impresión de leer un libro compuesto mediante un bot o juntando frases al azar. Lo que me resultó más impresentable fue la introducción, efectuada en plan elogioso hasta un nivel de vergüenza, alabando las exactísimas profecías (que no lo son) y elevando al autor al nivel de semidios. Para nada. Me pareció que debía hacer al menos un esfuerzo por leerlo, y como esperaba no pude pasar de la primera centuria, tampoco hay sorpresa en eso.

“THE DAY THE WORLD CHANGED” (James Burke) Se supone que es un examen de varios momentos de cambio en la historia de la Humanidad, en los que se crearon novedosos modos de pensamiento y aparecieron grandes instituciones. Para mí no ha sido más que una enumeración de cosas que el autor afirma que sucedieron, en plan “creo que esto es así, de modo que no hay duda de que es así”, sin dar explicaciones ni incluir referencias. Toma un par de personajes del mundo clásico aquí y allá, y poco menos que hace descansar sobre ellos el peso de cambiar el destino de la Humanidad. Me parece pretencioso en extremo, uno de tantos libros que promete y no cumple. No he podido llegar ni a la cuarta parte (y mira que lo he intentado).

MEMORIAS DE ADRIANO” (Marguerite Yourcenar). El comienzo de este libro me recordaba en su forma a Sinuhe el Egipcio, pero el autor comenzó a irse por las ramas y enrrollarse más que una persiana, y no he podido ni terminar la introducción. Qué cansineo. A Mika Waltari se lo perdono, pero a Yourcenar no.

Y esos son los libros más relevantes para este que firma. Espero que te haya servido de algo, amigo lector. Feliz 2019.



5 Comentarios

  1. Arturo, si te gusta leer aquello que te saca de tu zona de confort, te recomiendo «La llamada de la tribu», de Vargas-Llosa: un libro que es como un índice que te lleva a conocer libros de sesgo liberal de muchos otros autores.
    Ahora que Andalucía ha acabado con el monopolio del PSOE, este libro te hará ver que ser liberal no implica ser de derechas. Sánchez (al ser un doctor cum fraude: por enchufocracia, peor no por haber leído/estudiado) nunca llegará a comprender que lo que el llama «el consorcio de las derechas» no existe; pero cualquiera que lea este libro sí.

  2. Solo quería hacer un punto acerca de «Sobre la desigualdad». Entre los autores de aquel tiempo, las fábulas tipo «hombre primitivo» no pretenden hacer una arqueología realista acerca del pasado de nuestra especie. Si lo lee usted de esta forma, pierde gran parte del sentido, o se transforma en una auténtica majadería. Este autor nunca pensó que el hombre primitivo fuera o viviese realmente de esta forma. Ocurre lo mismo con muchos autores de la época. Se trata de una historia «como sí», un contrafáctico con el que pretende hacer salientes ciertos aspectos de la conducta de los hombres llevando hacia el límite (limite por lo tanto irreal) situaciones hipotéticas. Aunque este autor nunca ha sido el más riguroso, si lo relee teniendo en cuenta su propósito, posiblemente se lleve una impresión diferente. 🙂

    1. Gracias por la aclaración. El problema para mí es que ese «como si» me suena a más del tipo «como yo creo que», lo que da a la explicación un aroma a egotour. En cualquier caso, me resulta difícil de leer

  3. Borges tiene dos caras claramente identificables. La que más gusta a sus fanáticos, adepta a fabular mundos alternativos, y la que hace que a uno dejen de dirigirle la palabra en cuanto la señalamos: aquella del soberbio que se sentía capaz de reescribir cualquier historia previa de una manera -a su parecer- superadora. Ésta última faceta es la que por lo menos a mí me lo hace intragable. Y me temo que el libro que has reseñado sea uno de sus ejemplos más acabados.

  4. Arturo, me parece que has sido muy injusto al suspender a George R. R. Martin, cuya gran virtud es precisamente su impresionante capacidad para elaborar múltiples tramas interesantes para sus numerosos personajes. En fin, que los Siete te perdonen.

    Si quieres leer algo radicalmente contrario al reaccionario Rousseau, te recomiendo ‘En defensa de la Ilustración. Por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso’ (2018), de Steven Pinker.

Deja un comentario

Por Arturo Quirantes, publicado el 1 enero, 2019
Categoría(s): General
Etiqueta(s): , ,