Susurros desde la ISEE-3 (X)

Por Arturo Quirantes, el 8 agosto, 2014. Categoría(s): Espacio ✎ 3
ICE
Lo siento, vieja amiga, hicimos lo que pudimos

[Más info: Artículo principal; Susurros I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX]

En los días transcurridos desde el último susurro, la actividad de control de trayectoria ha caído hasta cero. Dicho de otro modo: se ha abandonado toda esperanza de desviar la trayectoria de la ISEE-3 para poder despacharla de nuevo a su antiguo puesto de vigilancia en el punto de Lagrange L1.

Antes de eso, hablemos del sobrevuelo lunar inminente. Hace dos días que la sonda está más cerca de la Tierra que nuestro propio satélite. Los últimos datos de que dispongo, correspondientes a las 12:50 horas de hoy, indican que la distancia Tierra-ISEE3 es de apenas 216.000 kilómetros. La máxima aproximación a la Luna tendrá lugar pasado mañana, domingo 10 de agosto de 2014. Puesto que no se pudo variar su órbita (casi perfecta pero no del todo), no se tratará de una pasada «rozando las olas.» No señor, nada de eso. La sonda pasará a una distancia mínima de la Luna de 15.631 kilómetros, y eso será a las 20:16 hora peninsular española (19:16, amigos canarios).

Ojalá se hubiera podido controlar la trayectoria, pero como ya sabemos eso no ha podido ser. La hipótesis más ampliamente aceptada apunta a una pérdida del nitrógeno. Sin éste, el combustible (hidracina) no puede pasar del depósito a la cámara de combustión. Se ignora la causa por la que el nitrógeno salió del sistema.

Eso no significa que el equipo de recuperación de la ISEE-3 haya dado carpetazo a su hacking épico. Todo lo contrario, ahora están desatados como nunca. El objetivo último era conseguir que volviese a ser una sonda de observación científica. En ese sentido, la misión continúa, y los éxitos comienzan a amontonarse.

En adición al magnetómetro de a bordo, que como ya os comenté está ya en pleno funcionamiento, otros instrumentos científicos están despertando para continuar la misión. Uno de ellos ya está enviando información sobre valores de campo eléctrico, y pueden consultarse los últimos datos en esta web de la Universidad de Iowa. No tengo claro qué instrumento está captando esos datos (entre otras cosas, diversas webs de la NASA y la ESA tienen listas con nombres distintos), pero creo que se trata del Plasma Waves Spectrum Analyzer.

También se están gestando esfuerzos combinados con otros investigadores. Según informa el grupo de recuperación, Vassilis Angelopoulos, investigador lunar, plantea usar las observaciones de la ISEE-3 durante su aproximación lunar y combinarlas con los datos de dos sondas modernas en órbita lunar, las llamadas ARTEMIS P1 y P2 (antes THEMIS B y C). Y según el maestro de trayectorias Robert Farquhar, la ISEE-3 cruzará la magnetocola terrestre hacia el 30 de septiembre.

Se están habilitando los mecanismos para que toda esta información científica esté disponible libremente en Internet. Ya se están liberando algunos datos, y se está a la espera de poner en funcionamiento los demás instrumentos científicos.

No menos importante, se está preparando una logística estable para la recepción de datos. Hasta ahora se han utilizado la Red de Espacio Profundo de la NASA y el radiotelescopio de Arecibo para las comunicaciones con la sonda. Estas magníficas instalaciones son caras de operar y tiene muchos novios, de modo que el equipo de recuperación tenía que arreglárselas con el tiempo libre que les iban dejando.

A partir del 31 de julio, sin embargo, la antena de 21 metros de diámetro de la Universidad Estatal de Morehead (Kentucky, EEUU) es la que se ocupa de las comunicaciones. Esta Universidad ha estado involucrada en el proyecto de hacking desde el comienzo, por medio de su Centro de Ciencia Espacial, y será la encargada de mantener el contacto con la ISEE-3 todo el tiempo que sea posible.

¿Cuánto será eso? No se sabe. Según los incurables optimistas del ISEE3Reboot Project, al menos un año. En realidad, dependerá de durante cuánto tiempo se pueda mantener el contacto. Usando el plato de Morehead, no dudo que puedan recibirse datos durante varios meses. Más allá de eso, el gigante de Arecibo puede seguirla a distancias de más de setenta millones de kilómetros. La gorda sigue cantando lo que le echen.



3 Comentarios

  1. Muy interesante. ¿Hay algún estudio científico en concreto que tengan pensado hacer los de la universidad o simplemente ofrecerán los datos de los instrumentos para que otros les saquen alguna utilidad?

    1. Quiero decir, en una misión normal hay unos objetivos de la misión bien definidos. ¿Aquí existen o el objetivo es simplemente tomar los datos de todos los instrumentos?

  2. Arturo; teniendo en cuenta que fueron varios radioaficionados los que recibieron y dieron fe de que la sonda todavia estaba viva, y además muchos de los integrantes de este reinicio también lo son; no dudo que haya una sana «competición» hasta donde llegaran a escuchar a esta veterana sonda con sus propios medios (es decir, sin usar instalaciones semi-profesionales) …quizás nos llevemos sorpresas.

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Por Arturo Quirantes, publicado el 8 agosto, 2014
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