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Me alegra poder comunicaros que el hackeo de la ISEE-3 va bien. Muy bien.
Esta semana pasada ha sido de nervios. Cuando escribí el último susurro, la Deep Space Network había hecho varios intentos para localizar la posición exacta de la nave, algo imprescindible para poder hacer cambios de trayectoria. Todos los intentos habían fallado. Por alguna razón, la sonda no se activaba en el modo de localización coherente. Finalmente, el día 26 llegó el éxito.
No han aclarado el motivo por el que las otras intentonas fallaron. Imagino explicaciones técnicas muy sofisticadas, pero también he notado un pequeño detalle. Como ya dije, la frecuencia nominal de transmisión y recepción no es exactamente la que figura en las especificaciones técnicas. Hay factores térmicos, problemas con el envejecimiento de los instrumentos de a bordo, correcciones, y el efecto neto es que las frecuencias de radio cambian. Eso hace que las antenas de tierra tengan que sintonizarse no sólo en la frecuencia nominal, sino que también han de hacer un barrido de frecuencias en torno a ésta.
Hasta ahora los «offset,» es decir, las correcciones en la frecuencia, eran del orden de 10 a 20 kilohercios. El éxito del día 26 se tuvo con un offset de 46.5 kHz. Al parecer, la corrección necesaria era mayor de la esperada. Una segunda transmisión con la DSN también fue exitosa, y entre ambos días el equipo hacker tiene ya los datos necesarios para localizar la ISEE-3. Bien.
Siguiente problema: activar los minipropulsores para aumentar la velocidad de giro de la sonda. Se trataba de un aumento pequeño en la velocidad angular, apenas un 3%, pero es necesario para que las maniobras de cambio de trayectoria tengan éxito. Los intentos desde Arecibo habían sido infructuosos durante junio. El dos de julio, por fin se consiguió: los propulsores funcionaron como se esperaba.
Y finalmente, la guinda del pastel. Hasta ahora se sabía que los instrumentos científicos de la nave recibían energía, pero todavía no los habían probado. Resulta que el 1 de julio se anunció que el magnetómetro de la sonda había enviado a la Tierra datos científicos. Es la primera, repito, primera vez que la ISEE-3 contribuye a la ciencia desde que fue abandonada. Esto es una victoria en toda regla del equipo de recuperación, y no se la quita nadie pase lo que pase en el futuro.
También es todo un tributo para los constructores del magnetómetro. Ni siquiera estaba diseñado para volar. El magnetómetro de la ISEE-3 es un prototipo de los que luego volarían en las sondas Pioneer 1 y 2 a comienzos de los setenta. Por lo visto, alguien recordó que quedaba el prototipo, así que cuando crearon la ISEE-3 decidieron que les vendría muy bien y además les ahorraría dinero. Pues vaya si les salió bueno. Construido en 1970, continúa enviando datos científicos en 2014. Para que luego digan de la obsolescencia programada.
Más cosas. La señal de la ISEE-3 aumenta en intensidad, y cada vez más grupos de aficionados pueden captarla. Uno de ellos ha sido el llamado Jóvenes por el Espacio Grupo México. He aquí la noticia, según un miembro del equipo:
«Oye gente! Acabo de hablar con mis amigos Moonbounce (ene PA3FXB y por equipos) en Dwingeloo Holland (PI9CAM) que tienen un plato Moonbounce 25 metros, que ellos están escuchando ISEE-3 con facilidad, incluyendo la modulación de centrifugado (AM) Se puede hacer esto con un SDR que ayer intentaron por primera vez, y casi se cayó de la silla cuando claramente lo oyeron, el primer intento, y que estaba usando todo el ancho de banda, la voz SSB, alrededor de 2,3 kHz. mañana se verán de nuevo en anchos de banda estrechos, y anticipar una señal en auge con muy alta S / N. esto es increíble. ver la foto de su plato toma la historia recién reconstruido que originalmente vio primero la luz a finales de 1950»
Y para acabar por hoy, un nuevo misterio. Como ya os comenté, el paso del tiempo incrementa enormemente la cantidad de propulsor necesario para el cambio de trayectoria. En este momento, la ISEE-3 tiene un delta-V de 150 m/s; eso significa que la velocidad puede variarse en hasta 150 m/s. Según datos calculados por un miembro del equipo a finales de abril, para el 1 de julio la corrección de rumbo requeriría un delta-V de 90 m/s, es decir, el 60% de las reservas de propulsor. Unos pocos días más, y la hidrazina de los depósitos no será suficiente.
Por contraste, yo notaba que el equipo de recuperación se lo tomaba con algo de pachanga. Es decir, se lo curraban bien y todo eso, pero en ningún momento parecían estar agobiados con que se les fuese a agotar la gasofa.
En esto que la cuenta de @ISEEReboot en Twitter anunció el pasado día 3 (ayer, vamos) que intentarían un cambio de rumbo el martes que viene, y añadía casi como quien no quiere la cosa:
«Parece que vamos a necesitar un Delta-V de 8 m/s, pero tenemos 150 m/s en reserva»
¿Tan sólo 8 m/s? ¿Cómo era eso posible? He revisado viejos anuncios del equipo de recuperación, y he encontrado la respuesta. Las cifras de consumo de propulsor se basaban en datos viejos de posición, que posteriormente han sido refinados. El Status Report de 5 de junio informaba que se había conseguido corregir la efemérides de la sonda gracias a datos de Arecibo y técnicas similares a las usadas para calcular las órbitas de asteroides.
Por lo visto, los nuevos datos indican que la maniobra de corrección de trayectoria necesitaría un delta-V del tan sólo unos 10 m/s. Eso es como dicen los americanos «dinero en el banco,» ya que cuanto menos propulsor se necesite para los cambios de trayectoria, más quedará para ulteriores maniobras.
Al parecer, la precisión en el último disparo de los propulsores de la sonda ¡allá por 1987! es extraordinaria hasta decir basta. Y recordemos que el genio trazador de órbitas de la ISEE-3, Robert Farquhar, está ahora en el equipo de recuperación.
Próximo objetivo: encendido del motor principal y cambio de rumbo. ¿Cuándo? En algún momento de la próxima semana, quizá el martes. Esto se pone interesante.
¡¡IMPRESIONANTE!! La verdad, en la década de los 70 los cacharros les salían buenos 😉
Gracias por hacer este seguimiento de la sonda, estoy siempre esperando el nuevo «susurros».
Saludos,
Ricardo
Me temo que ya no entendí, ¿la Delta-V necesaria es de 90m/s o de 10m/s? Supongo que todavía no se ha dicho nada de lo que se va a hacer con la sonda una vez que se la coloque en órbita terrestre.
La idea es que siga enviando medidas del magnetómetro y demás instrumentación en funcionamiento, para cumplir la misma misión para la que fue construida, aportarnos datos sobre el viento solar sin interferencia de la magnetosfera terrestre. No será gran cosa a día de hoy, hay sondas que han aportado más y más precisos datos, pero mejor es tenerla, que no tenerla… además es una iniciativa popular, eso siempre mola!
Estoy impresionado
Parece a la par increíble y emocionante …
un «cacharro» como ese ahí, para el disfrute de aficionados…. es como un sueño
ande o no ande…. ha sido fantástico poder tener esa oportunidad, ojalá no sea la única
(quien sabe, a lo mejor los «nuevos datos» sean de utilidad)
LOS VIEJOS ROQUEROS NUNCA MUEREN!!!
Saludos,
Manu