El motivo fundamental por el que los medicamentos son sometidos a leyes y normas sanitarias es garantizar la salud de las personas. Al comprar un medicamento en una farmacia, el ciudadano tiene la seguridad de que ha habido un extenso y prolongado proceso durante el cual el producto ha sido desarrollado, probado, manufacturado y dispensado de la forma más segura posible. De acuerdo, incluso los mecanismos más perfeccionados tienen sus fallos, pero siempre se espera que sean mínimos.
Aunque los productos homeopáticos no se sometan a las mismas pruebas que un medicamento tradicional, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) puede actuar sobre ellos, retirándolos del mercado en caso necesario. Eso ha sucedido en diversas ocasiones.
En 2002 y 2003, Sanidad ordenó la inmovilización de más de 140 medicamentos homeopáticos de los Laboratorios Ynsadiet y Coel por considerar que eran de carácter ilegal ya que no habían sido autorizados. Al menos uno de estos laboratorios usaba productos de reconocida actividad farmacológica, y en otro caso la empresa ni siquiera era legalmente un laboratorio farmacéutico sino tan sólo un distribuidor. En estos casos, afortunadamente, no hubo riesgo potencial para la salud.
Otros casos fueron más graves. En 2009, dos alertas sanitarias tuvieron como protagonistas los laboratorios Weleda y Homeolab. En el primer caso, el problema fue que «no se puede asegurar la esterilidad de los medicamentos fabricados en esta planta» y se procedió a retirar lotes de 68 productos diferentes. En el caso de Homeolab, se trató de algo más fuerte: «contaminación microbiana» para tres productos; además, hubo que retirar todos sus medicamentos inyectables porque no cumplieron las normas de fabricación para medicamentos estériles, 83 productos en total.
En junio 2010, fue Boiron quien tuvo que retirar un lote de Pollens 30 CH por contaminación cruzada con otro medicamento homeopático. Y más recientemente, en septiembre de 2013, Laboratorios Biótica retiró 14 medicamentos del mercado por algo descrito como «desviaciones de las normas de correcta fabricación.»
Los puristas podrían argüir que esto no demuestra la nocividad de los medicamentos homeopáticos. Tal vez, pero hay algo que debemos tener en cuenta. Un producto homeopático, sea declarado legalmente como medicamento o no, tiene un proceso de fabricación, distribución y dispensación hasta llegar al consumidor. Éste quiere poder tomárselo o inyectárselo con tranquilidad, y no le importa si el problema es contaminación bacteriana porque alguien no se haya lavado las manos, o que el laboratorio no está autorizado legalmente. Queremos tranquilidad.
Hay casos en los que se han confirmado daños a la salud. Una revisión de 2012 (Posadzki, Alotaibi, Ernst) en el International Journal of Clinical Practice contabilizó 30 casos de efectos adversos asociados a la homeopatía, con un total de 1.150 pacientes afectados. Algunos casos desembocaron en diálisis, cáncer y muerte, incluso en el caso de efectos adversos indirectos. La conclusión de los autores fue la siguiente: «la homeopatía tiene el potencial de dañar pacientes y consumidores en formas directa e indirecta; los médicos deben ser conscientes de sus riesgos y asesorar a sus pacientes en consecuencia.»
¿Cómo es posible que algo tan increíblemente diluido como para no contar con una sola molécula de principio activo pueda llegar a matar? Hay que recordar que algunos preparados homeopáticos están hechos a partir de sustancias tóxicas como arsénico, mercurio, cadmio, queroseno y talio. Una mala preparación, una dilución incorrecta, permanencia de principio activo en los recipientes, en suma fallos en el proceso de fabricación puede dejarnos una dilución que contenga demasiadas moléculas de «cepa homeopática» para nuestra tranquilidad.
El estudio Posadzki menciona tres casos en España.
En el primero (Vitoria, 2001), un niño de 5 años de edad sufría de una erupción cutánea. Se le administró una tableta de homeopatía (Mercurius Heel S) que incluía mercurio soluble en su composición, en disolución D10 (una parte en 10.000 millones). A las 24 horas, la erupción derivó en síndrome de babuino, una variedad de dermatitis alérgica provocada, entre otras cosas, por inhalación de vapores de mercurio.
El segundo (Badajoz, 2004) tuvo como paciente a un hombre de 67 años, con diabetes tipo dos. A las dos semanas de comenzar un tratamiento homeopático, cuya composición incluía Nux vomita y Rhus toxicodendron (dilución desconocida), fue ingresado con fuertes dolores epigástricos. Necesitó respiración mecánica y se le realizó una laparoscopia. Dos semanas después tuvo que ser sometido a una operación quirúrgica por una hemorragia digestiva alta. Tras la operación tuvo otro episodio hemorrágico. El paciente falleció.
Tras descartar otras causas, el diagnóstico médico fue de pancretitis por fármacos. Los médicos encontraron en la bibliografía varios casos de intoxicación por homeopatía, incluido el de un paciente aquejado de pancreatitis aguda tras tomar tratamiento homeopático (un caso no letal), y concluyeron que probablemente el preparado homeopático fue el causante de su muerte. Los autores añaden que, poco después de que su artículo fuese aceptado para publicación, apareció en el BOE la lista de plantas cuya venta al público queda prohibida o restringida por razón de su toxicidad. Nux vomita y Rhus toxicodendron se encontraban entre ellas. Su uso se permite en cepas homeopáticas.
En cuanto al tercer caso (2009), no he podido localizar el artículo original. Según Posadzki, el paciente sufría de fiebre alta, arreflexia de los miembros inferiores, anormalidades pupilares y otros síntomas de intoxicación por queroseno. El paciente había tomado Petroleum D5, es decir, una dilución de 1:100.000, lo que queda muy lejos de las habituales diluciones extremas de los preparados homeopáticos.
Se han dado asimismo casos de retirada de productos homeopáticos no autorizados por efectos adversos. Un caso particularmente llamativo fue el que involucró a Laboratorios Biótica. El 30 de mayo de 1995, esa empresa solicitó la autorización para tres medicamentos homeopáticos: Tejido Aiposo+Triac, Circulación Linfatismo y Glándula Mamaria OPTO. Para ello se acogió a la disposición transitoria segunda del Real Decreto 2208/1994, que establecía un período de gracia de seis meses a los medicamentos que ya estuviesen disponibles en el mercado. Estrictamente hablando, dicho período había acabado el día anterior, pero se le admitió de todos modos en tanto la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (actual AEMPS) resolviese al respecto.
A partir de entonces no se supo nada sobre la situación legal de estos medicamentos, y no hay constancia de que hubiesen sido nunca autorizados. La alarma salta once años después, el 22 de diciembre de 2006, cuando el Centro Andaluz de Farmacovigilancia alertó de una sospecha de reacción alérgica grave. Acto seguido procedió a retirar los tres medicamentos mencionados y requirió a Laboratorios Biótica toda la documentación necesaria para proceder a la evaluación de dichos medicamentos como marca la ley.
El laboratorio se negó, calificando la petición como «del todo rechazable, desproporcionada, totalmente injustificada, carente de base jurídica y absolutamente arbitraria,» y continuó anunciando los tres productos en su página web hasta al menos octubre de 2007.
Tras un proceso de negativas y alegaciones, la autorización fue denegada el 28 de mayo de 2008. Laboratorios Biótica recurrió a los tribunales, que desestimaron sus recursos. El último fallo judicial, de la Audiencia Nacional, lleva fecha de 18 enero de 2012, y confirma los dictámenes de tribunales anteriores: los productos no serían autorizados.
A la vista de todo lo anterior, resultan difíciles de mantener las afirmaciones de la directora de la AEMPS, Belén Crespo, quien en unas polémicas declaraciones a los periódicos El País y El Mundo en diciembre de 2013 afirmó:
– Que la seguridad y calidad de un medicamento homeopático no se tiene que demostrar mediante ensayos clínicos
– Que no ha habido casos de toxicidad ni ningún problema asociado
– Que las concentraciones de los preparados homeopáticos son tan bajas que es prácticamente imposible tener un problema de seguridad con ellos
– Que no hay todavía un criterio o pautas para verificar la eficacia de un medicamento homeopático
– Que la gran mayoría de los medicamentos homeopáticos están prescritos por médicos (justo antes de reconocer que no hay estudios sobre su prescripción o consumo).
Algún día sabremos qué se cocina en la trastienda de la AEMPS…
[Extraído del libro «¿Homeopatía? Va a ser que no.»Disponible aquí]
Estimado Arturo,
A todos nos preocupa la seguridad en términos generales. Sin embargo, nuestra seguridad es meramente un reflejo, debemos aceptar que NADA ahí fuera tiene una garantía 100 %, por qué? Simplemente porque vivimos en un mundo globalizado donde es casi imposible seguirle el rastro a … casi nada. Por este motivo me parece imparcial asumir que los medicamentos de origen farmacéutico son «seguros» y los homeopáticos no.
Si bien en cierto que los ejemplos expuestos en su artículo son reales, qué decir ante el hecho de la retirada del «Myolastan», tras causar la muerte de varias personas. Medicamento fuertemente adictivo, señalado en las listas de sanidad como uno de los más usados en España…
Y conoce el Omeplazol? pues este medicamento, seguro para la salud, es un protom-pump inhibitor, lo que viene a decir que inhibe la capacidad de las células del estómago para producir ácido gástrico, lo que deja al consumidor sin padecer los dichosos reflujos pero también ANULA el primer y esencial paso en la digestión de proteinas, las cuales son esenciales para la salud. Y por si fuera poco, también deja al consumidor vendido, sin la primera defensa frente a patógenos. Y este es el medicamento número 1 en ventas en medio mundo…
Seguridad en los fármacos? de verdad? cuando las empresas farmacéuticas, que son lobbies que poseen empresas químicas, de biotecnología y de alimentación, son las empresas más ricas y poderosas del mercado… quién va a vigilar a Dios?
Creo que si lees el prospecto de cualquier medicamento verás que no puede asumir que sean seguros porque no lo son.
La diferencia es que los medicamentos tienen un listado de efectos nocivos conocidos (que sí, que son ampliables y deberíamos presionar más a las farmacéuticas para que liberen los resultados de todos sus estudios, como promula la iniciativa http://www.alltrials.net ), mientras que en la homeopatía te encuentras, de primeras, con chuches caras en el mejor de los casos, y con chapuzas en el resto.
También es anecdótico pero a la vez representativo que recientemente se retiraran algunas partidas de pastillas homeopáticas… porque contenían sustancias con principio activo.
Si genera problema, aceptamos intrínsecamente que genera beneficios ¿no?
¿O somos «tan objetivos» que sólo nos quedamos con lo perjudicial y mortal del asunto?
¿y concluimos que la homeopatía sólo funciona generando efectos nocivos?
Partiendo con una estadística tan devastadora como tres casos en territorio nacional es fácil de comprender.
Interesante la descripción de los casos.
maria, la homeopatía claro que genera beneficios. El problema es que a los enfermos les genera los beneficios de un placebo, ni más ni menos, mientras que a los laboratorios les genera otro tipo de beneficios más «tangibles» $$$$
Interesante principio, «sí genera problemas, aceptamos intrínsecamente que genera beneficios»
Extendamos ese principio, causas demostradas de problemas: los nazis, el cáncer, las guerras….
Me podrías listar los beneficios, de verdad que me interesa
Hay que parar el fraude homeopático. ¿Por qué no se inician querellas masivas contra Boiron y compañía?
La señora Crespo se columpió pero bien «No todos los medicamentos homeopáticos tienen que demostrar su eficacia,…» llegó a afirmar. No le harán falta cremas antiarrugas en el futuro ya que la tersura de la piel estará garantizada ante tal afirmación.
O son o no son medicamentos y si lo son, que pasen por los mismos protocolos que todos sino estas engañando ¿Por que no permiten que las margarinas se vendan como mantequilla? ¿No son grasas ambas? ¿Podría afirma que «no todas las grasas comestibles tienen que demostrar que vienen de las vacas para ser llamadas mantequillas» sin que te ´metan un paquete por fraude alimentario?
Si compro un medicamento es porque, en teoría y por los estudios y pruebas realizadas, debería tener con alto grado de probabilidad un efecto sobre mi organismo. Si de facto parto de que no hay estudios sobre su eficacia NO ES MEDICAMENTO SINO CHUCHERIA.
Y lo más grave es que aquí la Administración es cómplice y colaborador necesario para la perpetuación del engaño.
En EEUU donde el prometer algo que no se puede cumplir o el engañar esta hiperperseguido por toda una legión de abogados. la empresa Boiron tuvo soltar 12 millones de dolares para que retiraran las demandas por usar la palabra «medicamento» y publicidad engañosa por prometer que «eso» curaba porque allí lo homeopático tampoco tiene que demostrar su eficacia, ni poner fecha de caducidad, ni indicar composición pero eso si como se le ocurra afirmar que es un medicamento o que cura algo ya pueden preparando la cartera. Al final esta claro que el palo (a la cuenta de resultados) es bastante eficaz ante los timadores.
Por enésima vez: No es Nux vomita, ¡es Nux vomica!
Buen articulo gracias.
Arturo, muy buen artículo. Estoy de acuerdo con que los remedios homeopáticos deberían estar sujetos a los mismos controles de calidad que un producto farmacéutico, asi se trate de agua o azúcar pura. Toda vez que una sustancia entra al cuerpo, por vía oral o venosa, debería ser completamente segura. Con respecto a la eficacia, se sabe que no se puede esperar nada de ellos.
Hace poco incié un blog que trata sobre ciencia y salud. También trato temas de pseudociencia. Les dejo el enlace por si les interesa darle una mirada.
eduardosetti.wordpress.com
Bueno, si de tener certeza de los efectos que pueden causar los medicamentos de cualquier tipo se trata, sería excelente que comenzaran a obligar a todas las farmacéuticas a corregir la leyenda que señala que todo fármaco puede producir efectos secundarios y escribirlo tal cual es…EFECTOS NEGATIVOS, NOCIVOS O DAÑINOS.
Cómo se puede ser tan atrevido, inescrupuloso para hablar de algo que no tiene el mínimo conocimiento. Cuando un bebé tiene 40 grados de fiebre, le suministramos belladona X dilución, mínima cantidad cada media hora, y en 4 tomas , 1 1/2 de reloj, la temperatura estará en 36 grados, sin efectos colaterales, secundarios, (como sucedería con los medicamentos alopáticos), que además no le bajarían tan efectivamente la fiebre, le dañarían el higado etc. Ahí queda demostrado que no es un placebo, el bebé no hace manejo de su poder psicotrónico, porque aún no piensa con su mente. Para los limitados que solo se guían por la química, les cuesta interpretar, porque solo interpretan las sustancias químicamente, pero para los entendidos en fisica cuántica, interpretan el valor de la «onda», esos podrán entender el poder de la Homeopatía. Lamento que personas ignorantes como usted hagan tanto daño a una ciencia que viene curando millones de personas, desde hace 250 años. Le aconsejo a hablar de lo que sabe, y abstenerse de lo que ignora.