Tras el mensaje inicial de éxito en el primer contacto con la ISEE-3, el equipo hacker ha entrado en modo silencioso. No se trata de que no tengan más que decir, sino que están trabajando en el análisis de los datos recibidos.

El primer contacto tuvo sus problemas. La ISEE-3 tiene dos transpondedores para comunicarse con Tierra. El transpondedor A sirve para localización (ranging) y el B se usa para telemetría. Se comenzó intentando enviar una señal por el transpondedor B, pero no hubo éxito. Afortunadamente, el sistema de la ISEE-3 es redundante y permite usar ambos transpondedores, así que enviaron la señal por el A y tuvieron éxito: recibieron una señal telemetría. Eso permitió comprobar el buen funcionamiento del receptor del transpondedor A, así como la unidad de decodificación y gestión de datos de los transpondedores A y B.

La señal de ambos transpondedores ha sido resultado ser más débil de lo que las especificaciones iniciales sugerían, de modo que el equipo ha tenido que usar el gigantesco plato de Arecibo en lugar de los que tienen listos en Bochum (Alemania) y Morehead (Estados Unidos). A pesar de ello, intentaron que la sonda transmitiera una segunda señal, más difícil de establecer, para poder usar dichas antenas. Pero entre medias, ¡Arecibo sufrió un terremoto! Afortunadamente no fue muy fuerte, y la antena no parece haber sido afectada.

Tras recibir los primeros datos de la ISEE-3, hay que traducirlos. Acaban de hacerlo, y han comprobado que tienen la estructura esperada, es decir, la decodificación es correcta. Estos son los primeros bits recibidos:

7c 02 02 02 02 02 02 02 7c 02 02 02 02 02 02 02

7c 00 02 00 00 f2 00 00 7c 02 02 79 a0 00 00 00

7c 00 02 33 c8 02 4d 02 7c 4b 02 76 00 00 00 00

7c 02 02 53 01 02 39 02 7c 44 02 00 b1 49 00 00

7c 00 02 5a 00 19 5c 64 7c 4b 02 0e a0 00 00 00

7c 0e 02 4b 47 63 91 1d 7c 42 02 4d 36 00 00 00

7c 45 02 44 4e 8a 89 02 7c ce 02 50 a4 00 00 00

7c 48 02 32 4b b5 d2 ad 7c 33 02 12 fc 81 9f be

El siguiente problema a resolver era fijar con exactitud la trayectoria de la ISEE-3. La trayectoria trazada por la NASA es tiene pequeños errores, ya que los últimos datos fiables son de 2001, y teniendo en cuenta que el éxito de la misión pasa por hacer un sobrevuelo lunar a 50 kilómetros de la superficie, hay que ser especialmente cuidadoso. Hasta ahora, la precisión ha sido increíble: tras recorrer casi 25.000 millones de kilómetros, la posición de la ISEE-3 se ha desviado en apenas 30.000 kilómetros. Si los datos se confirman, el sobrevuelo lunar no sólo será posible, sino que consumirá menos combustible del que se pensaba. Buenas noticias, porque lo que hagan luego con la sonda dependerá críticamente de la disponibilidad de combustible. No le queda mucho, y hay que aprovechar hasta la última gota.

Si consiguen maniobrar la sonda para el 17 de junio, todo irá bien. Pero todavía les queda mucho por hacer: aún hay que evaluar el estado de la pequeña nave, probar sus sistemas, analizar los sistemas de control y potencia, y cruzar los dedos porque no falle nada. Ha llegado el momento de pisar el acelerador.