A vueltas con el cambio de hora

Por Arturo Quirantes, el 29 marzo, 2013. Categoría(s): Anumerismo ✎ 6

harold lloyd

[Este post es una combinación de una serie de artículos que escribí en marzo de 2007. Han pasado seis años, pero creo que el planteamiento y las conclusiones siguen siendo válidas. Algún día actualizaré los datos, o mejor, lo dejo como ejercicio al lector]

 

ACTO I: ¿CUÁNTO DICE QUE AHORRAMOS?

Atentos, que dentro de nada hay que cambiar los relojes otra vez. Sí, en efecto, es el «horario de verano», que se supone nos hace ahorrar mucho dinero. No me voy a meter con el desajuste sobre nuestros biorritmos, ni que eso beneficia a los nórdicos más que a nosotros.

Sí hay dos cosas claras, según el Gobierno. Una: el ahorro es patente, y suficientemente fuerte como para que valga la pena. Dos: en cualquier caso, es una decisión tomada a nivel europeo. Muy fino eso, así si a alguien no le gusta la idea, el ministro siempre puede encogerse de hombros y decir «bueno, es lo que nos dice Bruselas que hagamos».

Pero, ¿cuánto ahorramos realmente?

La primera vez que oí hablar del tema, me quedé con una cifra de 11.000 millones de pesetas. Al año siguiente, el ahorro se cifró en… 11.000 millones de pesetas. Cinco, diez, quince años después, ¿cuánto ahorrábamos? Exacto. Daba igual que el petróleo subiera o bajara, que el dólar estuviera a duro o a millón, que ahorrásemos energía o la despilfarrásemos. El ahorro, un año tras otro, era justo de 11.000 millones de pesetas.

En esto llegó el euro, y el ahorro pasó a ser de 66 millones de euros, que no les sorprenderá, son 11.000 millones de las «antiguas pesetas» (como se dice ahora). ¡Esto sí que es constancia, señores! Por supuesto, a esas alturas yo eché cuentas, y calculé que mi familia y yo nos ahorrábamos la friolera de… seis euros al año. Genial. Ganas me dan de girarle ese dinero a la ministra, a cambio de que nos deje en paz el calendario.

Últimamente han cambiado la cifra. Parece que la gente, a estas alturas, no se traga lo de los once mil millones (ahora reducidos a 66), así que se han quitado de encima problemas mediante el sencillo procedimiento de pasar a porcentajes. Ahora, según el IDEA, ahorramos un cinco por ciento. ¿Salen las cuentas ahora?

Vamos a jugar un poco con la calculadora. Si yo me ahorro en casa seis euros al año, y eso es el 5%, significa que yo gasto en electricidad unos 120 euros, o sea, 10 euros al mes. Les aseguro que en mis recibos aparece mucho más que eso.

¿Y a nivel nacional? Veamos. En la web de Red Eléctrica aparece un gráfico del consumo de electricidad a tiempo real. La potencia demandada fluctúa a lo largo del día entre 24.000 y 37.000 megavatios. Pongamos unos 32.000 de media. El año tiene 8.760 horas, así que me da una energía total de unos 280.000 millones de kilovatios-hora. Si a todos les cobran lo mismo que a mí (11,3 céntimos por kW*h, impuestos incluidos) sale un total de … unos 32.000 millones de euros, que son más de 700 por habitante y año. Lo que significa que esos 66 millones de euros representan apenas un 0,2% de ahorro.

Por supuesto, no todos pagan recibos como los míos. Las empresas tienen tarifas especiales. Pero aún así, los números no cuadran. O ahorramos mucho más de 66 millones de euros, o mucho menos de un 5%. Imagino que lo segundo, ya que si no el Gobierno habría tardado poco en decirnos las enormes cantidades de euros que nos ahorramos.

¿Se le ocurre a usted una forma mejor de hacer que ahorremos energía? Montones. Desde prohibir las bombillas de incandescencia a vender mecanismos para corregir el factor de potencia (y de eso ya hablaremos otro día). Pero claro, a ver con qué careto sale Ana Blanco en el Telediario para reconocer que nos han estado tomando el pelo durante tantos años.

 

ACTO II: Hagamos cuentas

Como continuación del bonito post anterior, os propongo un pequeño ejercicio. Vamos a calcular cuánto hemos ahorrado realmente con el cambio de horario.

Pensaréis que es complicado, y tenéis razón. Así que vamos a simplificar. Se supone que con el cambio ahorramos el 5% de energía, ¿no? Bien, vamos a examinar el consumo eléctrico del pasado domingo 25 de marzo (primer día con el horario nuevo), y a ver qué sale.

El problema es que el consumo cambia día a día, semana a semana. Tan sólo el clima hace que gastemos más cuando baja la temperatura (cosa que hemos sufrido esta misma semana pasada). Dentro de la propia semana, el consumo varía bastante de lunes a domingo, con el mínimo en domingo. Tarea compleja, vive Dios.

Sin embargo, algo podemos hacer. Si nos vamos a la web de Red Eléctrica Española y nos descargamos los datos de las últimas semanas, podemos establecer algunas pautas. Una de ellas es la correlación existente entre el consumo del sábado y el del domingo. En las cinco semanas anteriores a la semana pasada, el consumo eléctrico del domingo oscila entre un 88,6% y uno 90,1% del consumo del sábado. Es decir, si el sábado gastamos 100, el domingo gastamos aproximadamente entre 88,6 y 90,1, con un promedio de 89.6. Las diferencias probablemente sean debidas a las condiciones climáticas, ya que las dos primeras semanas de marzo, cuando el porcentaje era más bajo, gozábamos de buenas temperaturas, en tanto que en Enero (fechas de más frío), el porcentaje era más alto.

Vamos a usar ese dato como promedio, a ver si se nota el ahorro. El sábado, el consumo eléctrico nacional alcanzó los 673.022 MWh (megavatios*hora). El domingo, cuando cambiamos la hora, el consumo fue de 582.518 MWh. El consumo que hubiéramos tenido de no ser por el cambio de hora habría sido de aproximadamente el 89,6% de 673.022 MWh, que es 602.776 MWh. Para que no os liéis, vamos a escribirlo claramente:

– Consumo sábado 25: ………….. ……….673.022 MWh

– Consumo domingo 26 (estimado): .. 602.776 MWh (89,6% de la cifra del sábado)

– Consumo domingo 26 (real): ……….. 582.518 MWh

– Ahorro por el cambio de hora: ……… 3,36%

!Vaya, vaya! Tenemos ahorro. No es el 5% que nos comentan una y otra vez, pero se acerca bastante. Parece que todos los criticones del horario de verano tendremos que comernos nuestras palabras.

Pero hay algo que no hemos tenido en cuenta: el domingo 26 solamente tuvo 23 horas. Así que queda la duda: el ahorro ¿se debe a motivos reales, o sólo a que el domingo tenía una hora menos? La solución consistiría en «corregir» los datos por esa hora que faltaba. A las 2 de la madrugada del domingo la potencia eléctrica consumida era de unos 25.500 MW. Vamos a ver qué pasa cuando «añadimos» 25.500 MWh, que es lo que hubiéramos consumido aproximadamente en esa hora que falta. Sumando, tenemos un consumo corregido de 582.500 + 25.500 = 608.000 MWh (como verán, hemos redondeado algo, ya que la cifra de 25.500 es sólo aproximada, no exacta). Vamos a ser asimismo algo flexibles con el consumo estimado el sábado. En realidad, aunque he tomado el 89,6% para calcularlo, las cifras que tengo para las cinco semanas pasadas oscilan entre el 88,6% (semana del 12-18 marzo) y el 90,3% (semana del 19-25 febrero). Esto nos da una horquilla de consumo de entre 596.000 y 608.000 MWh. Tenemos, así, nuestra cifra final:

– Consumo domingo 26 (estimación): …………………………….. 598.000-608.000 MWh

– Consumo corregido (real más una hora a 25.500 MW): ….. 608.000 MWh

Ahorro: entre -10.000 MWh y CERO PATATERO. Así que una de dos: o yo he ido a escoger el único día del año en que no ahorramos con el cambio de hora, o bien… pues eso.

Seguro que el IDAE y Red Eléctrica pueden hacer mejores estimaciones. Voy a preguntarles, a ver qué dicen. Mientras tanto, si usted es de los que odian que nos meneen el reloj dos veces al año, puede pasarle este texto a sus amigos y vecinos. O haga sus propias estimaciones en casa.

 

ACTO III: Las cuentas siguen sin salir

Mi último post sobre los beneficios (o no) del cambio de hora ha generado muchos comentarios. Dejaré al margen los mensajes negativos e insultantes, porque prefiero ir al meollo de las cosas. He leído algunas críticas a la forma en que realicé los cálculos. Creí que me había expresado bien, pero voy a intentarlo de nuevo.

Las principales críticas han sido del tipo:

1) Los datos de un sólo día no demuestran nada

2) El ahorro es a lo largo de medio año, no en un sólo día

3) No has tenido en cuenta las diferencias de consumo de un día para otro, o de una semana a otra

4) Lo debiste haber calculado en Lunes, que es día laborable

Bien, vamos por partes.

El punto 1 es muy cierto. Una golondrina no hace primavera. De hecho, lo primero que escribí en el mensaje es que la tarea era difícil, y que iba a examinar el consumo de un sólo día. Difícilmente podía hacer otra cosa cuando sólo había transcurrido un día desde el cambio de hora. Por algún sitio tenía que empezar, pero al menos dejé las hipótesis de partida claras (o eso creía yo).

El punto 2 es asimismo cierto. Si el ahorro medio es del 5%, no significa que sea siempre el mismo porcentaje día a día. Puede que un día se ahorre un 2%, y al día siguiente un 7%. Pero resulta llamativo el hecho de que el primer día que cambiamos de hora no se ahorra prácticamente nada. Podría argumentarse (alguien lo ha hecho) que el ahorro es especialmente significativo cuando funcionan las empresas, es decir, entre semana. Pero eso no quita el hecho de que, incluso en fin de semana, el consumo eléctrico sigue siendo enorme. En un día de finde suele gastarse un 20-25% menos que entre semana … lo que sigue siendo una gran cantidad.

El punto 3 creí haberlo dejado claro. Pero ahí va otra vez. Ya sé que el consumo varía de un día para otro por muchos motivos. Por eso mismo es por lo que me fijé en el consumo RELATIVO. Noté que dividiendo el consumo del domingo por el del sábado salía un porcentaje que fluctuaba bastante poco, hubiese bueno o mal tiempo. Sólo por eso. Si conocéis algun parámetro más fiable, estaré encantado de saberlo.

Punto 4. Sí, de acuerdo, escoger un día entre semana hubiese sido más significativo. Como he dicho antes, la correlación entre el consumo del sábado y el del domingo fluctúa bastante menos que, digamos el del lunes y el sábado. Vamos a intentarlo, de todos modos, a ver qué sale.

Durante las últimas cinco semanas (antes del cambio de hora) la razón entre el consumo del lunes y el del sábado está entre el 107% y el 113%. Como véis, la diferencia es del 6%, más del 5% que supuestamente ahorramos. Es decir, los datos van a tener mucha incertidumbre. Bien, el consumo del sábado pasado (justo antes del cambio de hora) fue de unos 673.000 MWh. Esto significa que el consumo esperado oscilaría entre el 107% y el 113% de esa cantidad, lo que significa:

Estimación: …………….. Entre 720.000 y 763.000 MWh

¿Y cuál fue el consumo real de ayer lunes 26 de marzo? Pues unos 755.000 MWh, que representa un 112% del consumo respecto al pasado sábado. De ser cierto el ahorro del 5%, cabría esperar que dicho porcentaje estuviese en la parte baja de la banda de fluctuación (107-113%), o incluso por debajo de ella. Pero no, sale por encima. Y no cabe el recurso a decir que hay una ola de frío (que es cierto que la hay), porque ha habido otras desde Febrero.

Nuevamente, una golondrina no hace verano. Pero ya son dos golondrinas:

Día …………………. Consumo estimado (MWh) ………… Consumo real (MWh)

Domingo 25/3 ……. 598.000-608.000 ………………………….. 608.000

Lunes 26/3 …………. 720.000-763.000 ………………………….. 755.000

Dos de dos. Y recordemos que ese ahorro del 5% se traduce en una cantidad absoluta de 30.400 MWh para el domingo y de 37.750 MWh para el lunes. No parece notarse.

¿Intentamos predecir el consumo de mañana martes? A riesgo de extrapolar datos poco consistentes (y queda hecha la advertencia), veamos qué pasó durante las cinco últimas semanas. El consumo del martes dividido por el del sábado osciló entre el 112% y el 119%. Para un consumo de 673.000MWh del sábado, esto nos da el siguiente rango de fluctuación de consumo para el martes siguiente:

– Entre 754.000 y 801.000 MWh, si no hay ahorro de energía alguno.

– Entre 716.000 y 761.000 MWh si hay un ahorro del 5%

Una vez más, los resultados no son estadísticamente muy fiables. Pero si mañana el consumo resulta ser superior a 761.000 MWh serán tres golondrinas.

Y ahora, buenas noches a todos.

[ACTUALIZACIÓN 28/03/2007: El consumo de electricidad ayer martes fue de 776.565 MWh. Ya van tres golondrinas]

 

CONCLUSIÓN: Va a ser que no

Durante el pasado cambio de horario (de invierno a verano), solté un par de parrafadas sobre la necesidad de dicho cambio, y si resulta beneficioso económicamente o no. Mis conclusiones: es un timo que no sirve para nada. Los comentarios del respetable: diversos. Básicamente, y a partir de unos datos incompletos (pero datos a fin de cuentas), dije que el ahorro podía estimarse entre una mijilla y cero patatero.

Y he aquí el cuarto acto, cortesía de Santiago Carcar y El País.

Algunos extractos:

En el caso de España, se manejan estimaciones de ahorro en el consumo que apuntan a una reducción mínima en el consumo: entre el 0% y el 0,5%. En Bruselas se trabaja con datos bastante antiguos, del año 1998, que coinciden con las estimaciones para España: cambiar de hora supondría un ahorro de entre el 0,1% y el 0,5% en el consumo.

«Lo que se ahorra por la mañana [con el atraso de la hora en octubre amanece más temprano] se gasta por la tarde» sostiene el físico y periodista Manuel Toharia. En su opinión, además, todos los estudios que tratan de justificar el cambio horario en un supuesto ahorro de energía son «simples estimaciones».Un estudio realizado para la Comisión Europea en 1998-1999 y elevado también a los Gobiernos reconocía que los ahorros energéticos eran parcos y que se movían entre el 0,1% y 0,5% en los países del sur de Europa.

……………………………………………………….

Reconforta ver cómo se pueden llegar a tan sesudas conclusiones con cuatro cuentas de andar por casa y dos dedos de sentido común.

 

TELÓN

Para 2013, el IDAE estima que el 5% de ahorro representa ya un montante total de 300 millones de euros. Eso sí, avisa de que «para alcanzar estos objetivos de ahorro, el cambio de hora tiene que complementarse con el apagado de la iluminación cuando haya suficiente luz natural.» Vaya, eso a mí no se me hubiera ocurrido nunca </sarcasmo>



6 Comentarios

  1. Pero hay otra visión del cambio de hora que refleja muy bien este gráfico de la wikipedia: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bilba-Luz-del-D%C3%ADa-2009.png

    Suponiendo que uno salga a las cinco de la tarde de currar en invierno sales casi de noche y te vas a casa… pero en verano llegas a disponer de hasta casi seis horas (6) para disfrute con sol… ¿y en qué nos beneficia?, pues en estar en la terracita con una caña, en disfrutar de los parques al sol con los críos… en definitiva: calidad de vida, que diría uno… por no contar que el ocio de los demás es el curro «de toda la vida» en el sector del turismo (vamos, los bares, txiringuitos varios y demás).

    Claro, habrá quien diga que entonces es mejor «Verano todo el Año» ;D … pero lo curioso del caso es que el huso horario que nos corresponde es justamente el que lleva Portugal (y las Canarias), es decir UTC+0 en lugar UTC+1…

    Para más datos decir que España llego a utilizar el UTC+0, pero se cambió según la Orden de 7 de marzo de 1940, el texto se puede leer en el Boletín Oficial del Estado número 68 (páginas 1675 y 1676). Desgraciadamente ahora no recuerdo el link desde el que conseguí el pdf con dichas páginas…

    Un saludo

  2. Yo vivo en Galicia donde el cambio de hora sin duda incrementa costes. A partir del 1 de abril, tenemos que levantarnos de noche, ducharnos y desayunar con las luces encendidas, ir conduciendo al trabajo con las luces encendidas etc. A cambio tenemos que acostar a los niños en pleno día . . . . . . . . . .y, como no se pone el sol hasta las once, hay que esperar hasta cada medianoche para poder disfrutar de salir de noche. Deben decir las cosas claras: nos han impuesto el horario de Berlín por motivos políticos no ecológicos.

  3. Anónimo Gallego, leete el pdf que he colgado en GDrive… en el se pone claramente los motivos que los políticos de la época expusieron para que España usara la «Hora Central Europea» (CET) en lugar de la «Hora de Europa Occidental» (WET) que se venía usando y que es la que geográficamente nos corresponde.

    Evidentemente es una decisión política amparada en un supuesto beneficio comercial.

    Saludos

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Por Arturo Quirantes, publicado el 29 marzo, 2013
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