El pasado fin de semana, El País publicó un informe de la Real Academia de la lengua, titulado Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, en el que se analizaban usos muy recientes del español políticamente correcto. Hay mucha gente que no está de acuerdo con la RAE. Personalmente, creo que pasamos demasiado tiempo discutiendo la forma y dejamos aparte la función. Yo siempre tiendo a desconfiar de la gente que cree que cambiando el nombre de algo se altera la sustancia. Que los pobres pasen a ser «personas en riesgo de exclusión social» no elimina su pobreza (peor aún, envía a la sociedad el mensaje de que, si no consumes cosas, eres un apestado social). Los negros serán ahora norteafricanos, pero siguen teniendo los mismos problemas. Y la mujer no deja de estar discriminada en ciertos ambientes porque ahora digamos «todo y todas» cada dos por tres.
Por eso, me gusta ver cómo algunas personas toman el toro por los cuernos. Concretamente, me centraré en el cine, y más aún, en el cine de película. Hace algún tiempo escribí un post titulado La Física de Película y el Principio de la Pitufina. El término «Pitufina» describe un personaje cinematográfico femenino subordinado a sus contrapartidas masculinas. La pitufina no parece tener mayor función que la de hacer de reposo del guerrero, premio o animadora. Un poco como la pitufina de los tebeos, o la Olivia de Popeye.
Sin embargo, que el personaje fuerte de una película sea masculino no indica que la película sea necesariamente discriminatoria, ni tampoco se arregla con poner un personaje fuerte femenino. Los guionistas deberían poner a las mujeres, no solamente la protagonista sino en general, en papeles que no sugieran subordinación al hombre. Es decir, que no estén suspirando por el retorno seguro del héroe mientras éste se va a salvar el mundo y derrochar testosterona.
Para intentar medir en qué medida una mujer se comporta de modo «normal» (es decir, no babeante) en una película, se está haciendo popular un procedimiento llamado Test de Bechdel. Su nombre viene de una dibujante de tiras cómicas, en especial por esta tira cómica. Para que una película pase el Test de Bechdel, ha de cumplir las siguientes tres condiciones:
1) Tiene que incluir al menos dos mujeres …
2) … que hablen entre ellas …
3) … acerca de algo que no sea un hombre
Es decir, debemos ver una interacción entre mujeres, y que no gire en torno a un hombre. Este test no es un sello de igualdad de género. Hay películas muy machistas que lo pasan, como algunas de 007 en el momento en que la chica buena se encuentra con la chica mala. Por lo general, se insultan y presumen de ser mejores en la cama, pero a veces se limitan a hacerlo sin poner a James Bond por las nubes.
Pero en general, este test es un indicador de peligro, como el detector de humo, que no te asegura la presencia del fuego pero te pone en guardia. Su activación indica que el papel femenino, en cierto modo, es poco relevante: o solamente hay una mujer, o hay varias pero actúan aisladamente, o solamente tienen en común su admiración por el chico.
Le sorprenderá usted comprobar cuántas películas, de todo tipo, no cumplen el test de Bechdel. En la web http://bechdeltest.com/ aparecen casi tres mil. Aquí nos interesan principalmente las películas relativas a científicos (sean hombres o mujeres). No puedo llevar la cuenta de todas, así que permítanme que utilice los diez ejemplos del artículo sobre las pitufinas (para una explicación sobre el grado de «pitufinismo» de cada una, ver mi post sobre el tema).
He aquí los resultados del test de Bechdel
1) Avatar (Sigourney Weaver)
Grado de pitufinismo: nulo
Resultado del test de Bechdel: NO PASA
Avatar tiene nada menos que tres personajes femeninos fuertes: la científica (Sigourney Weaver), la piloto (Michelle Rodriguez) y … er … bueno, como se llame la nativa azul esa. Comenté que Weaver protagoniza un personaje fuerte, y lo mantengo. Sin embargo, esas tres fuerzas femeninas se pasan las película sin interactuar entre ellas. Creo que en un momento dado, la científica le dice a la piloto que prepare el helicóptero. Eso no cuenta como conversación bidireccional, y por tanto falla el test.
2) La Amenaza de Andrómeda (Kate Reid)
Grado de pitufinismo: nulo
Resultado del test de Bechdel: NO PASA
La doctora es la única miembro femenina del equipo, si exceptuamos a la chica que se encarga de cuidar a los enfermos. No se cruzan una sola palabra. No veo qué más puedo decir.
3) Esfera (Sharon Stone)
Grado de pitufinismo: bajo
Resultado del test de Bechdel: NO PASA
Aquí no hay más personaje femenino. Ni una enfermera, ni un piloto de helicóptero, ni una suboficial en el puente de mando. Nada. Ni un segundo. No importa lo bueno que sea el papel de Sharon Stone, lo fuerte que sea su personaje o lo bien que la traten los demás. El mensaje parece ser: sí, mujer, puedes ser bella e inteligente, pero a cambio no sacaremos más mujeres, no vaya a ser que la gente llegue a la conclusión de que las mujeres son nuestras iguales.
4) El Planeta de los Simios (Kim Hunter)
Grado de pitufinismo: bajo
Resultado del test de Bechdel: NO PASA
¿Qué más puedo decir? Una hembra inteligente, con la cabeza bien amueblada, capaz de rendir al mismísimo Charlton Heston … pero como no hay más, se queda en eso. Y no sólo en el Planeta de los Simios, es que ninguna película de la saga pasa la prueba.
5) Volcano (Anne Heche)
Grado de pitufinismo: bajo
Resultado del test de Bechdel: PASA
Menos mal, por fin una película que pasa el test. Fíjense como las cuatro anteriores, a pesar de tener personajes científicos femeninos fuertes, se quedan cortas. Como dije en su momento, las dos vulcanólogas tienen un «momento pitufina,» pero cuando hay que ponerse serios, están a la altura: se sumergen en una alcantarilla para investigar, y no se ponen a hablar precisamente de hombres. Un punto más para esta película.
6) Star Trek (Nichelle Nichols)
Grado de pitufinismo: variable
Resultado del test de Bechdel: NO PASA
En este caso, estamos hablando de un personaje, no una película en concreto, así que resulta más difícil evaluar bien el test de Bechdel. No recuerdo que la teniente Uhura hablase con otra mujer en Star Trek TOS (la serie original), aunque puede que algún lector me corrija. En cuanta a las películas, Uhura habla en ocasiones con otra mujer, pero suelen ser casos muy aislados y efímeros, casi tanto como nada.
7) El Hombre sin Sombra (Elizabeth Sue)
Grado de pitufinismo: alto
Resultado del test de Bechdel: PASA
El tratamiento que Kevin Bacon da a Elizabeth Sue es de lo más pitufínico que imaginarse pueda. Sin embargo, la protagonista habla brevemente con otra investigadora sobre temas que no tienen nada que ver con hombres. Aunque por poco margen, pasa el test.
8) El Mundo Nunca es Suficiente (Denise Richards)
Grado de pitufinismo: muy alto
Resultado del test de Bechdel: PASA
Sorprende que, en una película de 007, con la chica científica haciendo de florero, podamos ver una conversación entre dos mujeres. Me da la impresión de que los guionistas solamente lo permitieron porque era esencial para el argumento. Sin embargo, lo hicieron, así que punto para James Bond.
9) Un Viaje Alucinante (Rachel Welch)
Grado de pitufinismo: muy alto
Resultado del test de Bechdel: NO PASA
El hecho de ser una rubia explosiva no ayuda a la señorita (perdón, ahora creo que se dice señora) Welch a ganar credibilidad. Y si además es la única mujer en la película, hemos acabado.
10) Top Gun (Kelly McGillis)
Grado de pitufinismo: extremo
Resultado del test de Bechdel: NO PASA
La hiperpitufínica rubia astrofísica se permite una charla con la esposa del copiloto de Maverick, pero solamente para hablar de hombres, hombres y más hombres. Fuera.
Como verán, el resultado es desolador. Solamente tres de diez. Muy bien, voy a subir la apuesta. Como sabrán, tengo un proyecto llamado Física de Película, que utiliza segmentos de películas para mostrar ejemplos de Física. Las películas que uso son de todo tipo, desde los Hermanos Marx a Avatar pasando por Master and Commander. En total, casi un centenar de películas.
¿Saben cuántas de ellas pasan el test de Bechdel? ¿De casi cien? Solamente diecinueve. Ni una de cada cinco. He aquí las ganadoras:
– El mundo nunca es suficiente
– Muere otro día
– Aeon Flux
– Aliens, el regreso
– Contact
– Deep impact
– El hombre sin sombra
– El núcleo
– La ventana indiscreta
– Matrix (las tres)
– Piratas del caribe 3
– Speed
– Star Wars (La amenaza fantasma y El ataque de los clones)
– Terminator 2
– Titanic
– Volcano
Y aun así, la mayoría de ellas pasan por la mínima, gracias a una sola conversación fugaz. Si impusiésemos un límite mínimo a la duración de la conversación entre mujeres, aunque fuesen diez segundos, la mitad de esas películas desaparecerían.
No es una casualidad, ni tampoco una chifladura de feministas chillonas o blandengues de la corrección política. Como esta guionista de Hollywood aprendió, la razón por la que aparecen mujeres en un guión de cine es «para desvelar cosas acerca del hombre. Cualquier otro fin asignado es secundario… yo podía hacer lo que quisiese [con el personaje femenino], con tal de que sus motivaciones no amenazasen con distraer a la audiencia de las motivaciones del hombre.»
Eso es muy duro de tragar, especialmente para las mujeres. Según Hollywood, lo que el público quiere son hombres, blancos y heteros, como protagonista principal. Que estemos de acuerdo con ese razonamiento o no, el hecho es que eso es lo que nos muestra la pantalla. Hacen falta actores consagrados y con mucho tirón en taquilla para romper esa regla: Sigourney Weaver, Wesley Snipes, Julia Roberts, Sidney Poitier … los demás, a callar y a tragar.
A pesar de no pasar el test de Bechdel, la serie original de Star Trek fue una precursora. El jefazo era el blanco, anglosajón y supuestamente estadounidense James Kirk, pero el puente de la Enterprise estaba lleno de personajes multiculturales ejerciendo tareas de responsabilidad: el asiático Sulu, el ruso Chejov, la negra Uhura, el escocés Scotty, y por supuesto, el no-humano señor Spock, probablemente el personaje más popular de la serie. En los años setenta aparecieron muchas películas con secundarios no-WASP (Blanco, AngloSajón, Protestante). Eran un reflejo de la contestación social al orden blanco establecido hasta entonces, y por lo general lo hacían poco menos que para cumplir el expediente, en plan «soy tan tolerante que algunos de mis mejores amigos son negros»
El problema es que realmente creemos que hemos avanzado porque en el cine aparecen mujeres, negros, latinos, gays, etc. Ahora nos parece lo más normal. Pero fijaos bien a partir de ahora: con muy pocas excepciones, o son personajes secundarios, o necesidades del guión. Y lo han hecho tan bien, que no nos damos ni cuenta. Es de esas cosas que no notamos hasta que alguien las señala y nos la explica.
Como mucho se permite cierta personalidad, pero como dice esa guionista, siempre sin pisarle la sombra al macho alfa. Si la teniente Ripley es la estrella indiscutible de la saga Alien, es más una excepción que otra cosa. En pleno siglo XXI, nuestros medios de entretenimiento son más masculinos que nunca.
Una cosa más. Si no hablo aquí de cine español, es porque hace tiempo que no lo veo. Puede usted poner aquí su ejemplo favorito y comentarlo. Sospecho que el test de Bechdel es algo más fácil de pasar aquí como en Hollywood, pero no por mucho margen.
Muy interesante el artículo. Ahora a compartirlo por ahí! 😉
Por suerte no siempre es así, aunque desgraciadamente parece que cuesta que cambie la cosa:
Un ejemplo es el vaso del británico Dr Who. Siempre un hombre, con seguidoras (a veces ayudantes a veces simples groupies) y si hay algún otro hombre… es por obligación.
Pero en cambio en su Spin-Off (Torchwood) la protagonista es mujer, del equipo de 5 las dos mujeres tienen el mismo peso que los demás y el único hombre realmente protagonista… Si, tiene el aspecto de héroe clásico, pero su orientación sexual es todo un «reto» dentro de la acción y ciencia-ficción (no tiene orientación definida, o las tiene todas a la vez, como guste)
Sirve de poco, el resto de películas y series siguen por el mismo camino que se comenta en el artículo, cierto, pero algo es algo, para que negarlo.
En esa lista falta KILL BILL Vol 1 y 2
Papá, la de Avatar pasa. Más o menos a la mitad, la doctora discute con la guerrera de la tribu sobre que los humanos deberían irse
Te recomiendo ver Cargo (la que se hizo en 2009), verla en original subtitulada.
http://en.wikipedia.org/wiki/Cargo_%282009_film%29
Saludos.
«Death Proof», la recién estrenada «Los Juegos del Hambre» y «Watchmen» pasan el test sobradamente, y en los dos primeros casos, el nivel de pitufismo es nulo.
Puede que sí, puede que no. Pero, parémonos a pensar, ¿qué pasa con aquellas películas con elenco mayoritariamente femenino, que las hay y no pocas? ¿Qué no las conocen ni las han visto? Ah, quizás tengamos en esta última pregunta otra explicación en vez de considerar como única poción que haya machismo en el cine: la industria del cine es, sea dicha la obviedad, una industria y, como tal, busca beneficios. Si, salvo excepciones (quizás «Thelma y Louise» y no estoy seguro de que pase este pseudo-test, porque las protagonistas no hacen más que criticar un «mundo de hombres»), las películas con un reparto principal femenino no son taquilleras, no dejan decenas de millones de ganancias, quizás sea porque el público (que actualmente es tanto masculino o femenino) prefiere otro tipo de películas. Quizás sea porque los guionistas no se rompen la cabeza en hacerles guiones a repartos femeninos (lo que no me lo creo: si ahí hubiera dinero, como industria que es, ya lo habrían explotado a base de bien) o quizás sea porque, en general, hombres y mujeres, los espectadores y las espectadoras, prefieren otro tipo tipo de películas. Calificarlo de machismo es una simplificación y lo calificaría casi de tendencioso, equivalente a decir que en atletismo es machista porque hombres y mujeres compiten por separado. ¿Exagerado? Es posible, pero a veces desde la exageración la evidencia es irrefutable.
Concretamente el cine (y series) españolas son los mas abiertos en etas temáticas. Hay tanto mujeres como hombres, hay homosexuales sin que la homosexualidad sea un drama o un chiste recurrente (a no ser que el homosexual en cuestión se vaya a un pueblo de garrulos, que entonces es lógico xD).Siete Vidas o Aqui no hay quien viva, por ejemplo, incluyeron a personajes gays sin caer en estereotipos baratos. Vale. Diana (7V) era un poco promiscua, pero también lo era cuando le gustaban los hombres, y mantuvo relaciones estables llegando a casarse. Mauri (ANHQV) era un personaje magnifico, y aunque la homosexualidad era parte del personaje, en realidad era mas su personalidad neurótica y sus celos. Aunque bueno, en esa serie estaban todos un poco «pa’lla»
En películas mas de lo mismo. Hay grandes mujeres en el cine y teatro. En la casa de Bernarda Alba no aparece ningún hombre, aunque sean mencionados. En «Amanece que no es poco» había de todo, mujeres, hombres, hombres que salían de la tierra y un negro «que hacía una estampa mu bonita con las ovejas». Reto a la gente a que encuentre una peli de Amenabar donde haya una pitufina. Tesis es simplemente magnífica.Y Ágora, aunque sea lá única mujer, tambien. De hecho Ágora no debería entrar enla categoría de Pitufina porque no puedes cambiar la realidad histórica Y la realidad es que si Hypatia era de las poquisimas feminas científicas, no puedes inventarte más. Y así, en una conversación podriamos desgranar montones de ellas.
Esto no tiene nada de física.