… muerto se queda

Por Arturo Quirantes, el 24 noviembre, 2010. Categoría(s): Espacio • Física de Película • Física moderna ✎ 2

Sunshine 2

Después del post anterior (Cuando el sol se muere), nos quedamos con la incógnita de qué hacer para aumentar el tamaño de nuestra hiperbomba, la que en la película Sunshine se lanza hacia el Sol para revivirlo.

Seguro que ya se les ha ocurrido a ustedes: fusión.

En efecto, a comienzos de la Era Atómica, los Estados Unidos se dieron cuenta de que sus poderosas bombas de uranio y plutonio tenían un problema: su potencia era limitada.  Pueden construirse bombas de uranio de casi 100 kilotones, pero no más; y las ciudades como Leningrado o Moscú son muy grandes incluso para esos bichos.  Además, eran poco eficientes.  La bomba de Hiroshima apenas llegó al 2% de su eficiencia máxima.  La de Nagasaki, de plutonio y con un diseño diferente, subió hasta el 20%, y las bombas de fisión actuales no van mucho más lejos.

La fusión nuclear usa principios diferentes.  Dos núcleos ligeros se combinan en uno, produciendo energía en el proceso.  La reacción también puede ser explosiva, o controlada (aunque los problemas técnicos en este último caso son formidables: llevamos 50 años intentándolo).  El resultado es una bomba de hidrógeno, ya que éste es el elemento usado en la reacción.  De hecho, se utilizan isótopos del hidrógeno, esto es, átomos que tienen más neutrones.  Los más eficientes en una reacción de fusión son el deuterio (un protón y un neutrón) y el tritio (un protón y dos neutrones).

La principal ventaja es que las bombas de hidrógeno no tienen limitación de potencia.  Apile usted suficiente deuterio y tritio, y podrá perforar la corteza terrestre.  Sólo tienen una pega: las condiciones de presión y temperatura necesarias para la fusión nuclear son casi inalcanzables para nosotros.  El sol lo consigue, pero ¿cómo imitamos al sol?  Fácil, con una bomba atómica.  La fisión del uranio produce esas presiones y temperaturas.

Tenemos, de ese modo, una forma de aumentar la hiperbomba Sunshine :añadiendo deuterio y tritio.  ¿Cuánto de eso hay en la Tierra?  Sinceramente, no tengo ni idea.  Pero supongamos que podemos utilizar hidrógeno normal y corriente.  De eso tenemos a montones, y es fácil de obtener: no hay más que hacer pasar una corriente eléctrica por una vasija con agua.

Podemos hacerlo aún mejor.  Después de crear las gigantescas bombas de hidrógeno (con potencias de hasta 20 megatones, más de mil veces Hiroshima), los estrategas cayeron en la cuenta de que era mejor lanzar contra una ciudad varias bombas pequeñas que una grande.  Así que se sacaron de la manga el MIRV, un sistema para que un solo misil transporte varias cabezas nucleares.  Simultáneamente, mejoraron el rendimiento de esas bombas, mediante el procedimiento «triple F»

La idea es la siguiente.  Recordarán del post anterior que solamente el 0.7% del uranio es U-235, fisionable.  El 99.3% restante es el llamado uranio empobrecido.  No sirve para la fisión nuclear.  De hecho, es tan «pobre» que se le utiliza para fabricar munición convencional de alta penetración.  En ese caso, la propiedad que le hace valioso es su alta densidad: una bala de uranio es casi dos veces más pesada que una de plomo del mismo tamaño. Pero si el U-238 es sometido a un bombardeo con neutrones, puede capturar uno, convirtiéndose en  Uranio-239, luego en Neptunio-239, y finalmente en Plutonio-239 (Pu-239), un elemento fisionable.  El Pu-239 se fisiona mejor que el U-235, y produce más neutrones.

Tomemos entonces una bomba atómica, de uranio o plutonio.  Su fisión permite activar la fusión del deuterio o tritio.  A su vez, la fusión genera enormes cantidades de neutrones, que al ser capturados por el U-238 circundante lo convierten en plutonio, que a su vez es fisionado.  Nace así la bomba triple-F: fisión, fusión, fisión.

Este es quizás el motivo por el que en Sunshine hablan de «material fisionable».  Si se trata de hacer una bomba nuclear grande, lo lógico sería emplear el hidrógeno para hacer una bomba de fusión.  Pero el truco del uranio empobrecido permite aumentar aún más su rendimiento.  Podríamos imaginar un escenario ideal en el que las 35 millones de toneladas de U-238 existentes en la Tierra se convirtiesen en plutonio y se fisionasen hasta el último átomo.

Eso nos daría una potencia explosiva aproximada cien veces superior a la que calculamos en el post anterior.  Sería equivalente a la conversión de más de veinte mil toneladas de materia en energía.  Una cantidad impresionante a escala humana … pero el sol genera esa energía en cinco milisegundos.

Un personaje de la película afirmó que la hiperbomba tenía «el tamaño de la isla de Manhattan»  Veamos si es posible.  El uranio tiene una densidad de unos 19 toneladas por metro cúbico, lo que nos daría un volumen total de 1.8 millones de metros cúbicos.  Si Manhattan tiene una superficie de unos 60 kilómetros cuadrados, la afirmación será cierta … pero a condición de suponer un grosor de tres centímetros.

Algo falla aquí.  Quizá es que no hemos tenido en cuenta la energía liberada por la fusión del hidrógeno.  Vamos a suponer que la hiperbomba tiene una superficie igual a Manhattan, y digamos un kilómetro de grosor.  Eso nos daría más o menos 60 kilómetros cúbicos.  Vamos a hacer la machada de tomar todo el hidrógeno que podamos, convertirlo en deuterio y tritio, licuarlo (para reducir su volumen), empaquetarlo en la bomba, lanzar todo ese tocho al espacio y enviarlo hacia el sol.  Estaríamos hablando de unos cuatro mil millones de toneladas.  En la fusión deuterio-tritio, se convierte en energía aproximadamente el 0.03%  de la masa. Eso significa que, tras la fusión, casi 15.000.000 toneladas de hidrógeno se convertirían en energía pura.  Es decir, tanto como lo que produce el sol en unos cuatro segundos.

Podríamos preguntarnos por qué molestarnos con el U-238 cuando el deuterio y el tritio hacen casi todo el trabajo.  Bueno, algo es algo.  A lo mejor, incluso el U-238 es necesario para fusionar tanto hidrógeno.  Quizá eso de lanzar hacia el sol un material que tiene que estar refrigerado hasta casi la temperatura cero es demasiado difícil.

O a lo mejor el motivo es que, en la película, la humanidad construye dos hiperbombas.  La primera, lanzada hacia el Sol, se pierde por el camino.  ¿Qué harían ustedes?  Pues echar mano de lo que quede: U-238, torio, plutonio, lo que quede en el tonel.

En cualquier caso, ¿sería todo eso suficiente para poner al sol de nuevo en marcha?  Yo, a estas alturas, me doy por vencido.  Decida usted si darle el equivalente a cuatro segundos de vida a un paciente que lleva vivo miles de millones de años suena creíble.  Pero sospecho que, de ser practicable, necesitaríamos todos los recursos técnicos de la Federación de Planetas Unidos. Demasiado para un mundo que todavía se basa en los combustibles fósiles.  Para eso, sería mejor usar los enormes recursos requeridos por las hiperbombas en adaptar la Tierra al mundo post-solar.  Una civilización capaz de poner en órbita una bomba del tamaño de la isla de Manhattan, y luego una segunda, seguro que podría canalizar sus energías a construir ciudades subterráneas, plantas hidropónicas, centrales de energía geotérmica.

Y ahí está el problema con Sunshine.  Se supone que sucede pocas décadas en el futuro, pero al mismo tiempo presupone un volumen de recursos digno de la Federación de Planetas del siglo XXIII.  Realizan proezas de ingeniería increíbles, y luego son incapaces de encontrar una tripulación competente, construir un transmisor de radio que funcione o fabricar oxígeno con algo que requiera menos espacio que un bosque de plantas.  Se lían la manta a la cabeza echando el resto, y luego ¿qué harán para seguir viviendo, usar combustibles fósiles?

Creo que tenía razón Tom Rogers: El Núcleo es tan mala que es buenaSunshine es tan mala que es mala incluso para ser mala.  ¿Qué opina usted?



2 Comentarios

  1. Sólo falta que en la peli salga una payasa con el discursito «yoo…he mezclado uranio empobrecido con trioxidodinitrotureno…y…la he liao parda..»

    (lo siento!!! Comentario obligado xD )

  2. Buenas noches, soy un lector asiduo de su boletin enigma. Primero, felicidades por este blog, esta para chuparse los dedos!
    Segundo, me gustaria anotar tres cosas mas (de este tipo de pelis hay mucha tela que cortar jejeje) 1- la energia necesaria para llevar esa «megabomba» fuera de la tierra. 2 los efectos que la muerte de un sol como el que nos ilumina tendrian sobre la tierra (no le suena a mucho tiempo y exterminio del humano) 3 si solo se «apaga», que efectos sobre el clima habria? Y bueno, ya entrado se me ocurren tantas cosas…

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Por Arturo Quirantes, publicado el 24 noviembre, 2010
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