Hace algún tiempo, escribí un artículo sobre los elementos químicos, en los que dejé a Tony Stark descubriendo elementos nuevos. Si hubiera sido algo menos vago, habría hablado sobre la tontería de creer que un solo hombre, trabajando en su casa, pudiera construir él solo un acelerador de partículas.
¡Tonto de mí! Resulta que construir un colisionador de hadrones es tan sencillo, que podemos incluso comprar las piezas en IKEA:
Voy corriendo al IKEA más próximo, a comprarles uno a mis hijos. Están deseando descubrir el Quirantio.
[Imagen original procedente de esta web]
¿Necesitaría comprarme también un país entero como para ubicarlo o con una o dos provincias estamos hechos? 😀
Demasiadas piezas. No me caben en el coche. Por cierto hay algo que no cuadra en los números. Con 80.000 tubos a 30 espárragos por tubo necesitariamos 2.400.000 y no 9.000.000.
Bueno, será otro de los misterios del Universo, igual que el uso de la llave allen cuando resulta que no hay tornillos.
Lo que si es real es el astuto tramado de sociedades radicadas en Liechtenstein y Luxemburgo que controlan la capacidad financiera de Ikea y de paso ¡oh casualidad! se ahorran un motón de impuestos.
¿Y como lo hacen?. Pues con «la propiedad intelectual». No es coña. Todos los productos de Ikea tiene copyrigh puro y duro por el que «pagan» a las sociedades, que por casualidad tambien son de ikea, radicadas en esos paises.
Es lo que tienen los copyright, por un lado es la excusa perfecta para imponerte impuestos y por el otro son una eficaz herramienta para evadirlos.
http://www.abc.es/20110127/economia/rc-ikea-reconoce-opera-parte-201101271830.html