ADN Max y la nueva divulgación científica en televisión

Por Arturo Quirantes, el 5 octubre, 2015. Categoría(s): Ciencia • Divulgación ✎ 14
ADN Max
Mientras no se convierta en Crónicas Marcianas…

De un tiempo a esta parte asistimos al resurgir de la divulgación científica en televisión. Nuestro programa icónico es, por supuesto, Órbita Laika. RTVE le ha hecho una mala faena pasándolo a un horario cercano a la medianoche, pero a pesar de ello seguimos fieles al programa. El presentador es bastante potable, los invitados actúan bastante bien (qué descubrimiento el de Goyo Jiménez), y los colaboradores que aparecen en el programa tienen una reputación divulgadora bien establecida: Clara Grima, Antonio Martínez Ron, José Cervera, América Valenzuela… los conocemos bien a todos.

Pero OL es más una excepción que la norma habitual. Ya conté hace un par de años cómo Wil Wheaton criticó al Discovery Channel por engañar a su audiencia. Canales poco escrupulosos se dedican a atraer espectadores mediante programas sensacionalistas. ¿Ingeniería? Mejor si metemos superestructuras nazis de por medio. ¿Arqueología? Vamos a sazonarlo con algo de pseudociencia. ¿Historia? A ver si podemos colar algunos extraterrestres.

Me temo que es algo que vamos a tener que aguantar. Bueno, es una forma de atraer clientela, y en un mundo televisivo dominado por Gran Hermano y Sálvame de Luxe incluso un programa tipo Fortalezas de los Templarios Místicos es una buena alternativa. Eso no significa que todo el monte sea orégano, y hay que ser bien cuidadoso para no tragarnos cualquier cosa.

Aparte de los documentales sobre ingeniería (incluyendo mudanzas imposibles y cómo se hacen los tornillos con rosca de cruz) y los diversos programas sobre animales (sean con veterinario al rescate o explorando estilo Frank), tenemos algunas opciones interesantes por aquí. En mi opinión, son una buena mezcla de cal y arena. Richard Hammond, conocido por su participación en el famoso programa de coches Top Gear, presenta ahora Ciencia para Torpes (canal Energy). Se supone que explica experiencias cotidianas mediante física, pero en la práctica el programa se convierte en una sucesión de golpes y accidentes tipo Vídeos de Primera, sazonado con alguna que otra explicación (bastante limitada en mi opinión). Contrasta con La vida a tus pies, que realiza diversos experimentos de física y matemáticas de forma muy amena, tanto que casi no parece que sea un documental. Dos caras de la misma moneda.

Discovery Max se ha sumado a la moda de «la ciencia mola,» y me parece estupendo. Por lo visto han tomado nota del éxito de Órbita Laika y han hecho un programa similar: ADN Max. El presentador es Xavier Sardá y cuenta también con un plantel de colaboradores que, en su mayoría, no conozco (salvo uno) pero a los que presupongo profesionalidad y buen hacer. Después de ver el primer episodio, mi esposa (abogado) y yo (físico) llegamos a la misma conclusión: qué magnífica oportunidad perdida.

Como digo, ADN Max tiene cierto parecido con Órbita Laika: un conductor que lleva el programa, colaboradores que entran y salen, infografías, público que aplaude; no hay nada malo en ello, al contrario, si ves que la competencia ha hecho un buen producto lo inteligente es apuntarse las recetas que funcionan bien. A diferencia de OL, Sardá parece que no sabe dejar hablar a sus colaboradores, siempre tiene que estar interrumpiendo, haciendo preguntas irrelevantes y en general dejar patente quién es la estrella. El conductor ha de conducir, no es la estrella, y cuando lo olvida el resultado se resiente.

Por supuesto, si ese fuese el único inconveniente que le veo, no habría problemas. Tampoco me gustó que la mesa pareciese salida de un telediario, pero sigamos adelante. Me perdí el comienzo del programa así que no disfruté del primer experimento. Lo he visto para escribir este post, y la verdad es que me gustó bastante la explicación que dio el colaborador sobre el aceite y sus características (a partir de ahora diré «colaborador,» sin nombres, porque no quiero personalizar mis opiniones). Le dieron bastante tiempo para hacer experimentos y explicar bien las cosas. Punto positivo. También me gustó un colaborador que nos mostró una rata usada para detectar minas antipersonas.

Un colaborador que habló del reciente descubrimiento de agua líquida en Marte me gustó bastante, pero al mismo tiempo me quedé con ganas de que rematase la faena. Si no lo consiguió fue por dos factores ajenos a él, a saber: la falta de tiempo y las interrupciones de Sardá. Seguir preguntando a estas alturas si el agua líquida implica que hay vida en Marte es bastante poco original. Lo peor fue cuando el colaborador le pidió en un momento de exasperación que dejase de interrumpirle, a lo que Sardá le espetó «¿qué es eso de déjame que termine? ¡Déjame que te haga una pregunta!» Incluso en un tono simpático, da una impresión bastante mala, porque muestra que lo importante es que el conductor estrella se luzca.

Otras intervenciones fueron más flojas. Ver cómo se pueden partir nueces con un móvil chino llamado King Kong queda espectacular (y mola el colaborador, que también trabaja en El Mundo) pero no pega en un programa de ciencia. Tampoco veo que encaje bien una demostración de un airbag para bicicletas, algo interesante pero poco original. Mostrar patentes insólitas e increíbles es buena idea, pero ilustrarla con un colaborador en un traje de neopreno, meterlo en una bañera y hacer un circuito para una barra de jabón tipo experimento de El Hormoguero… ¿para qué? Y atentos a lo más alucinante: la autopromoción. Una chica con aspecto de estrella youtuber nos trae dos minutos de «imágenes espectaculares» que no son más que publicidad del último programa de Frank Cuesta.

Seguimos adelante, o más bien hacia abajo. Un colaborador con aspecto hipster y camisa horrorosa nos mostró el concepto del Hyperloop de Elon Musk, lo presenta como algo que prácticamente ya se está construyendo e incluso nos dice que ya se pueden reservar billetes… a pesar de que se trata de un concepto del año pasado y de que no pasa de ser una prueba de concepto que propuso Musk para que se ponga otro a construirlo. Luego interviene una rubia con gafas que nos trae un vídeo de un tipo que hace espadas de películas y videojuegos, y que luego nos enseña la palabra oxitocina; una pareja que mete bolas de chicle en una batidora y las graba en cámara de alta velocidad; otro vídeo con perritos que juegan con bebés adorables.

Y entre medias ¡otro anuncio de un programa de la cadena! Sí, la cadena Discovery Max quiere rentabilizar el tiempo de emisión. Ello nos lleva al momento WTF de la noche. El programa que anunciaron no trataba de ciencia o ingeniería, ni siquiera de vida salvaje en Tailandia. ¿Sabéis de qué programa se trata? ¡Pareja a la puja! ¡Un programa sobre subastas de trasteros! Para mostrar que el programa mola y es de lo más rompedor, la pareja subastera descubre un trastero lleno de armas. En un momento dado a ella se le dispara un arma y él se queda casi sordo. Una colaboradora aprovecha para hacer un chiste tan malo que le pega a los demás chistes (me niego a contarlo otra vez), y con eso el programa llega a su punto más bajo… hasta que fingen una llamada de una supuesta espectadora que, con la excusa de preguntar por la teoría de la Relatividad, perpetra un intento de explicación penoso hasta la vergüenza ajena.

Después de ver ADN Max se me quedó el cuerpo como para no recomendarlo ni al enemigo. Tras el segundo visionado, mi criterio se ha vuelto algo menos estricto. El comienzo del programa fue bueno, algunos de los colaboradores se curraron sus experimentos y explicaciones bastante bien, y creo que si el resto del programa hubiera seguido ese mismo ritmo ADN Max sería un serio competidor para Órbita Laika. Ojalá fuese así. De hecho, ojalá pudiésemos disfrutar de un buen ADN Max en su horario de emisión (domingo por la noche) y luego hacer doblete con Órbita Laika.

Para terminar, apelaré de nuevo a mis impresiones tras el primer visionado para discutir algo que surgió durante el inevitable intercambio de pareceres en Twitter. La opinión mayoritaria entre los divulgadores científicos que respeto era que sí, el programa no era muy así, pero mejor un programa malo que nada. Yo no estuve de acuerdo, aunque no lo expresé en ese momento. Creo que, a la hora de explicar conceptos de ciencia, un programa mal hecho puede ser más perjudicial que ningún programa. Estamos deseosos de ver más divulgación en televisión, yo el primero, pero me da la impresión de que aceptar cualquier cosa porque ayuda a enseñar ciencia puede ser un error que a la larga resulte muy perjudicial.

¿Por qué? Pues porque divulgar ciencia no significa rebajar el listón. Hay conceptos científicos difíciles de comprender, y de ahí que agradezcamos tener a buenos profesionales capaces de traducir el lenguaje científico al del hombre de la calle. Por eso nos gusta Órbita Laika, y por eso me gustaría ver un ADN Max mejorado y corregido que apruebe con nota. Hasta entonces, la nota de este profe es: necesita mejorar.



14 Comentarios

  1. Coincido contigo, me pareció otro Hormiguero… y como dijo Cuentos Cuánticos por twitter: «si hablan de ciencia lo bordan». Pero sobre todo estoy de acuerdo en el último párrafo… para divulgar así mejor que no exista el programa. Teniendo esta pág como referencia de la divulgación en España mucho se podría hacer, pero no, es mejor dar un poco de espectáculo y ya está :S Ésta es la humilde opinión de un estudiante de Ing. Química

  2. Vaya, peaso de crítica razonada… cosa que no se hizo con la órbita de Laika, y se justificó todo con que se mejoraría con el paso de los programas.. que si tal que si cual. Quizás después de ver los primeros de O. L. se podría aplicar la mayor parte de la crítica que aquí se hace, pero la ceguera parcial existe. Recuerda que la nota de O. L tampoco pasó del aprobado (real aunque si aprobó por paternalismo de colegas) en sus inicios…. la pregunta es, ¿tendrá notable ahora? ¿o solo porque siguen los colegas de «gran reputación divulgadora» todo será bueno?.

    Lo que me queda patente es el corporativismo de los divulgadores asociados y el exceso de crítica (razonada???) a todo lo que no venga de colegas. Como ejemplo, véanse las críticas de libros de los que por aquí aparecéis y de otros autores que no sean de «por aquí»….

    Además de los comentarios de esa mayoría de divulgadores científicos que fue blanda con OL y ahora parece que algo también dicen… lo importante, como se argumentó con OL, en este caso debería ser si el público se interesa por la ciencia divulgada desde tv. Luego habrá formas de mejorar el formato, contenidos etc.
    salud

    1. La verdad es que orbita laika es bastante malo. Para empezar el presentador no hace mas que decir chorradas que poco tienen que ver con la ciencia,y luego esta los invitados pensosos que llevaban, si llevaran a cientificos españoles para divulgar lo que trabajan de una forma seria.
      Para mi orbita laika se parece bastante al hormiguero, ademas de que excepto dos colaboradores que son investigadores los demas son periodistas, y se nota bastante la falta de conocimiento. Tmb otra cosa que me llamo la atencion fue que no se explica bien del todo los experimentos, por ejemplo explicaron el efecto doppler, y no metieron ni una ecuacion, para mi eso m parece una aberracion, no digo que vayas a poner ecuaciones diferenciales parciales pero una ecuacion algebraica sencillita es lo minimo.

      1. Pues como divulgación científica pura y dura no está mal El Hormiguero, al menos dejan la idea de forma amena y a la gente luego le suena que el experimento iba de tensión superficial, por ejemplo. Marron no es Manuel Toharia pero al menos transmite que, tal como van las cosas, no es poco. Pero podían acabar con frases del tipo: tensión superficial, ¿desea saber más? visite nuestra web. jajaja

    2. Opino que Órbita Laika es una buena idea de programa para TV pero con un mal conductor; el artículo «potable» con el cual le califica el artículo es benevolente. Sin embargo cuando el conductor se hace un lado, he de reconocer que disfruto, sobre todo ahora que Luis Alfonzo Gámez se ha unido al grupo de colaboradores. Será cuestión de paciencia y a lo mejor cambian de presentador, igual se aburre y se va solito.

      1. Este comentario tanto como el de Fis me han producido la misma reacción: quizá el programa mejoraría en cuanto al contenido en ciencia, pero empeoraría en cuanto a atracción de una audiencia generalista.

        Haz el experimento mental: cambia a Ángel Martín y Pablo Carbonell por alguien a quien no conocen ni en su casa (o quizá estéis pensando en Sánchez Dragó :P) y otro al que como mucho le suena a su equipo de investigación. Sin siquiera saber qué temas van a tratar, al espectador medio ya le va a importar una mierda.

        No os cofundáis: el éxito de Órbita Laika no viene de tener a unos divulgadores estupendos. Viene de que un presentador gracioso (o graciosete, si queréis) y un invitado interesante mediáticamente acercan a un público generalista a unos divulgadores estupendos. Son, en lenguaje científico, catalizadores para que la reacción funcione.

        Y sí, muchos dijimos al comenzar OL que seguramente irían mejorando con los programas. Ha habido verdaderas joyas (el 12 de la primera o el 3 de la segunda temporada son para quitarse el sombrero). Mi postura es exactamente la misma con ADNMax. De momento, es una declaración de intenciones distinta, pero que podría funcionar también. Más sensacionalista, más espectacular y con menos chicha, de momento. Habrá que ver cómo se aposenta.

        Sin estar del todo en desacuerdo con el último párrafo de Arturo, a un programa de divulgación de ciencia le pido rigor, pero a uno de popularización me conformo con que no mientan, que sean una lumbre para acercar la polilla de la curiosidad en la dirección correcta (y que prefieran esta lumbre al intenso faro de Cuarto Milenio).

        1. Si yo no digo que no tengan a un presentador conocido y lleven a famosos, pero que no lo pongan un programa de ciencia, porque no lo es. Ademas de que las entrevistas son penosas.
          Sigo pensando que a mucho gente eso precisamente les echa para atrás para verlo, el que sea tan superficial.

  3. Estaba viendo ahora la entrevista sobre Cosmos en Español a Carlos Sobera en http://www.elmundo.es/television/2015/10/11/5619420c268e3e52718b45e7.html

    Ufff claro, el es de letras, pero se enganchó porque «es verdad que en los años 80 se pusieron de moda en la radio los programas de UFOLOGIA, EXTRATERRESTRES, Cosmos», claro, ufología y ciencia todo entra dentro del mismo saco. Sin duda el conductor ideal

    Y luego dice que hace el mismo papel que Morgan Freeman o Barack Obama en el Cosmos original. Obama hizo sólo una introducción de la serie, y Freeman -que me encanta de actor- no presentaba COSMOS, si no Secretos del Universo, algunos de cuyos capítulos rozaban lo magufo.

    ¿De verdad va a presentar Cosmos alguien que se piensa que la ciencia es extraterrestres? Supongo que es tarde para recoger firmas 🙁

    1. Más de lo mismo de lo anterior. «Cosmos» es una serie de culto para muchos, e incluso algunos más puristas han puesto a parir esta segunda versión por falta de «espíritu» y cosas así. Nunca se va a contentar a todos.

      El hecho de que lo presente Sobera a mí me parece genial siempre que consiga atraer a algún espectador a quien «DeGrasse Tyson» le suene a un boxeador, que «Sagan» le suene de la «sagan» de Juego de Tronos, y que sus padres ni siquiera hubieran nacido cuando se estrenó la primera Cosmos.

      Estoy bastante convencido de que el núcleo «hardcore» de esa serie en España ya la hemos visto todos vía internet. Ahora lo importante es esparcir esa audiencia hasta una más «casual», y Sobera en general cae muy bien (no hay más que ver sus audiencias) y será un gran reclamo.

      No sé, a veces me parece que nos obcecamos con la ciencia y se nos olvida que sin los amarres adecuados para acercarla a la sociedad, su comunicación no puede ser todo lo efectiva que debiera.

      Alguien lo ha dicho de coña, pero llevo unos días pensando que si Belén Esteban hiciera la introducción a Cosmos, quizá sería lo mejor que le podría pasar a este país. Hordas de la gente que más necesita ver ese programa, millones de ciudadanos, se enteraría de su existencia.

      1. Si no entro yo en si Belén Esteban lo haría mejor o no, o de si Sobera podría hacerlo bien … pero decir que el se sintió atraído por la ciencia gracias a los programas de Ovnis y extraterrestres. Un poquito de por favor

        1. Bueno, que Sobera se haya sentido atraído a la ciencia por eso es una justificación plausible. Luego estaría bien y esperaría de él que una vez cerca de la ciencia hubiera adquirido el conocimiento para comprender porqué es tremendamente improbable que los OVNIs sean visitantes alienígenas. OVNIs entendidos como «anda, no sé qué es esa cosa que parece volar por ahí» que cualquier hijo de vecino puede decir. Si no es así, espero que también presente esto en algún momento: https://www.youtube.com/watch?v=dGxsnwVwu8o

          Pero después de ver el programa de hoy de ADNMax, creo que la motivación es distinta, e infiero que podría tener más que ver con publicidad «sutil» de otros programas de la misma cadena. En cuyo caso, quizá Sobera sólo sea un mandado y no tenga culpa alguna, pero alguien debería cortarle los innombrables al que hizo la sugerencia, y sacar la difusión del programa de ahí antes de que lo usen para desvirtuarlo.

          1. Comprender «por qué», sorry.

            Hace unas décadas yo intentaba enviar mensajes telepáticos a los OVNIS para ver si me abducían y así podía preguntarles cómo funcionaba su tecnología. Vamos, que nadie nace enseñado, la diferencia es lo que haces luego (y a qué fuentes te arrimas, claro).

  4. El otro día vi un trozo de ADN. No sé como sería el principio, pero la impresión de lo que vi fue muy floja. Me recordó la sección de ciencia del Hormiguero, pero no la de Marron. Peor todavía: la de Flipy, que no sabía por donde le daba el aire. Sardá, como siempre, interrumpiendo constantemente a unos colaboradores como del Club de la Comedia. Muy poco nivel.

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Por Arturo Quirantes, publicado el 5 octubre, 2015
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