MasterChef Laboratorio

Por Arturo Quirantes, el 4 marzo, 2015. Categoría(s): Historias del Profe ✎ 1
MasterChef Laboratorio 1
Y el próximo en abandonar la cocina, digo el laboratorio, es…

Una de las cosas que me asombran de mi muy admirado José Manuel (alias «el bioquímico») es la facilidad con la que desgrana cualquier tema que aborda, no importa lo complejo que sea. Pueden corroborarlo todos los que le vieron actuar en el Naukas Bilbao 2013 (El huevo y la niña, no os lo perdáis). Estos días lo ha demostrado en el programa Órbita Laika, donde se junta con un cocinero para hablar de Ciencia en la Cocina, soltando todo tipo de palabros científicos sin despeinarse. Un vasco cocinero y un murciano bioquímico, casi nada.

Lo cierto es que la ciencia está de moda en el mundo de la cocina. Los grandes restaurantes tienen su propio laboratorio de investigaciones, y entre esferificaciones, nitrógeno líquido y microondas, la posmoderna cocina se ha convertido en territorio científico. Personalmente nunca he entrado en esas movidas y, fuera de Órbita Laika y del típico reportaje en el Telediario justo antes del fútbol, mi relación ciencia-cocina se limita a decidir si le pongo dos tomates a la ensalada o tres. Pero hoy me he encontrado a la cocina en el trabajo. En mi propio Departamento.

Todo comenzó el pasado lunes. Entraba al trabajar cuando vi abierta la puerta del laboratorio del que soy coordinador. No sabía que hubiese docencia aún, de modo que eché un ojo. Mi compañero Curro estaba dentro, hablando con unos tíos que traían una cámara enorme de televisión, y habían traído un montón de cajas que estaban apiladas en el suelo. No podía ser el material de laboratorio que he pedido este año porque ni siquiera hemos enviado los papeles todavía.

No quise interrumpir en ese momento, pero movido por la curiosidad salí de mi despacho a mediodía y le eché un vistazo al laboratorio. No pude reconocerlo. ¡Todas las prácticas habían desaparecido! Tanto esfuerzo por montarlas, miles de euros en material… ah no, ahí están, al fondo. Todas las mesas de trabajo estaban cubiertas por un mantel de papel, y por todos lados se veían cubiertos de plástico, platos y otros elementos de cocina. ¿Quizá habían montado una fiesta los del Departamento? Ya lo hicieron en Navidad, pero entonces me avisaron y tuve ocasión de limpiar las mesas de material. Ahora montan un guateque sorpresa y ni siquiera me invitan.

Se suponía que yo era el máximo responsable de ese laboratorio, y de un día para otro me lo convierten en un restaurante. Me quedé perplejo, y también algo molesto. Tal vez el Laboratorio de Física General 2 sea solamente una sala enorme y vieja por donde entran las plantas del jardín a poco que dejes una ventana abierta, pero es MI laboratorio. Le he dedicado mucho tiempo y me tomo el trabajo de coordinador muy en serio. Nadie entra en FG2 a revolverlo y se sale con la suya. Nadie.

Sin embargo, no tuve la oportunidad de usar la regla de madera de a metro para crujir a nadie. Enfrente mismo de la puerta, en el tablón de anuncios, me esperaba la respuesta. Se trataba de Ciencia & Cocina, un curso de ciencia aplicada a la cocina organizado por la Facultad de Ciencias y donde interviene gente de mi Departamento. Por lo visto, tenían una sesión práctica y escogieron mi laboratorio para hacerlo.

En cierto modo, la elección era lógica, y ahora que hemos perdido al amo de la lógica debo seguir sus enseñanzas más que nunca. FG2 es el laboratorio más grande con que cuenta el Departamento, tiene espacio amplio para moverse y trastear, y ahora no hay prácticas de ninguna asignatura de modo que está disponible. Vale. Pero menuda sorpresa me llevé. Por lo menos me podían haber avisado, me hubiera dado tiempo a retirar el material más delicado.

Hoy he vuelto a ver cómo fue la cosa. Parece como si hubiesen montado un fiestón nocturno. Hay sartenes por todos lados, se han dejado un microondas y creo que han usado parte de una práctica de termodinámica para hacer un baño María o algo similar. La zona que suele ocupar la práctica de momentos de inercia está ocupada por un montón de cajas térmicas, de esas que se usan para transportar alimentos refrigerados.

En cuanto a la mesa del profe, podéis verlo vosotros mismos en la fotografía de cabecera. Hay un bote de Nescafé Descafeinado sin abrir (¿para qué lo querrían?) y al fondo a la izquierda podéis ver una botella de nitrógeno líquido. Parece la guarida de un científico loco a medio desayuno.

O quizá hayan montado un after-hours. A juzgar por la siguiente fotografía, parece que se lo han pasado bien.

MasterChef Laboratorio 2

Hoy he hablado con los responsables y se han disculpado por no haberme puesto sobre aviso. Vale, lo que queráis, no pasa nada, pero como hayáis estado cocinado langostas sin invitarme, el metro de madera va a echar humo. Ah, y otra cosa: esa tarta de chocolate que habéis guardado en el frigorífico común del Departamento va a caer mañana. Y lo sabéis.



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Por Arturo Quirantes, publicado el 4 marzo, 2015
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