El colapso de la función de pollas

Por Arturo Quirantes, el 19 enero, 2015. Categoría(s): Cosa de chicas • Física moderna • Humor ✎ 12
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¿Esto es divulgación? Ozú que pollah

[Mi contribución al #lunesPollas]

…por supuesto, todo dependerá de si se realiza la observación o no. Imaginemos, por ejemplo, un sujeto joven y bien dotado. Se encuentra en una habitación cerrada, por ejemplo una sauna. No hay ventanas, la puerta está cerrada y se encuentra solo. Está completamente desnudo. Como rasgo destacable a efectos del presente experimento, digamos que su varonía es más que notable (no, esto suena muy cursi), lo que quiero decir es que tiene una polla como una… (no, no, quita esto, los revisores nunca me lo van a admitir); en definitiva, que dispone de un gran instrumento de observación.

Vale, está desnudo, con los ojos cerrados, y mira a la pared. Hay dos carteles ocultos con una cortinilla, también tenemos una partícula radiactiva y un mecanismo. Si la partícula radiactiva se desintegra, se descorre una de las cortinillas y aparece la fotografía de mi amante, digo de la amante de Werner, momento en el cual su pene reacciona de forma agresiva y adopta el vector de onda |pollacomounaolla> en el espacio de Hilbert habitual.

Si, por el contrario, la partícula no sufre desintegración, se descorre la otra cortinilla y aparece la fotografía de mi espo…, (y dale), de su mujer, y huelga describir cuál será la nueva situación de su pene, cosa que se deja a la imaginación del lector, y que aquí se denotará con el vector de onda |minina>

Ahora bien, ¿qué hace que la partícula se desintegre? Según la interpretación de Copenhague postulada por el profesor Bohr y habitualmente aceptada, ésta se encuentra en una superposición de estados en tanto en cuanto no sea observada. De modo similar, la superposición de estados empalmado+morcillón (entendiéndose el operador suma en su expresión conmutativa de Grossman) impide fijar el estado del sujeto. Cuando éste abra los ojos para observar, y solamente cuando lo haga, el resultado de la observación será que la función de onda de la partícula colapsará a uno u otro estado, en cuyo caso sabremos si el extraordinario y bien dotado pene de Werner quedará inhiesto o si, por el contrario, colapsará en algún otro estado menos admirable (me gusta esta frase).

El experimento mental conocido como Pene de Heisenberg permite en consecuencia proponer que, en ausencia de un observador, el estado fálico correspondiente a la…

– ¡Weeeeerneeeeeer! ¿Ya estás otra vez como un pasmarote frente al espejo del cuarto de baño?

– Sí, cariño, digo no cariño, digo ya salgo cariño. Estaba componiendo un artículo para la Zeitschrift für Physikalische Physik, y creo que por fin…

– ¿Componiendo? ¿Ahora lo llamas así? Menudo sinvergüenza estás hecho. Pues deja ahora mismo de «componer» y vístete, que llegamos tarde.

– No lo entiendes, cielo, se trata de una visión sobre la interpretación de Copenhague. Verás, resulta que en una superposición de estados cuánticos…

– ¡Ya te daré yo superposición! Desde hoy, se acabó eso de encerrarse en el baño para «componer» física cuántica, o como quieras llamarlo. ¡Y es la última vez que te oigo decir esa guarrería sobre el Pene de Heisenberg! Como vuelvas a mencionarlo una sola vez más acudiré a la Unidad de Damas para el Despertar Moral. Claaaro, el señorito no podía escoger otro ejemplo, nada de usar macetas, o codos, o perros, o canarios. Siempre lo mismo, el señor Heisenberg y su pirulo. Ay, señor, qué hartita me tienes.

– Está bien, cari, renuncio a seguir con el tema. Pero como alguno de los otros me pise la idea, serás tú la culpable. Seguro que Erwin está trabajando ahora mismo en ello, y como me pise la idea…

– Síiii, claro, seguro que ahora mismo el señorito Schrödinger no tiene nada mejor en que pensar. Desde que se echó esa pelandrusca seguro que no hace más que pensar en física cuántica. Por cierto, ¡eso es sarcasmo! A estas alturas no le quedará sangre en la cabeza ni para imaginarse un gato en una caja. Vamos, sal por la puerta, que mi madre nos espera. ¡Y alísate el pelo!

– Grrrmmmpfffhhhh, perros de Schrödinger, menudo nombre estúpido. Todavía si hubiera dicho un gato…

– ¿Qué murmullas, granuja?

– Nada, cariño. Nada.



12 Comentarios

  1. Ostras, creía que ibas a contar la verdad sobre por qué las señoritas del #lunesTetas querían competir por los favores del no-tan-adinerado-como-parecía galán. ¡Pero también me ha gustado!
    Mucha suerte con lo que quiera que sea que te suelten ahora. La castración química ya no está bien vista, ¿no? (Mira, es otro tema interesante que vendría al pelo con lo del Turing).
    ¡Un abrazo!

  2. Como texto está muy bien, lo habitual. Pero me fastidia que haya que escribirlo para que no te llamen machista o sexista por haber hablado de tetas la semana pasada. Así todos contentos no?

    Muy políticamente correcto en el fondo… y triste en tanto que parece que al final no se pueden tocar ciertos temas sin que cuatro exaltados (que como plural incluye a las exaltadas, le pique a quien le pique) se te lancen al cuello.

  3. Pues yo no le veo la gracia, la verdad. LLegar a profesor de universidad para estar componiendo «esto» y publicarlo da una buena medida de cómo vamos. Con lo de las tetas, lo mismo.

    No es cuestión de machismo/ feminismo. Es que es de un gusto dudoso y, a estas alturas, parece de una inmadurez preocupante. No sé si al que se le ocurrió la idea le pareció muy progre y rompedora la iniciativa, inteectualmente ( y es un defecto generalizado en la sociedad) muchos confunden rebeldía con revolución.

  4. Definiría mi opinión sobre este artículo como una superposición de estados entre lo soez y lo estúpido. ¿Alguna persona quiere correr la cortinilla?

  5. Con lo fácil que es no leer el post si no te gusta… solo con el título ya se adivina por dónde va. No entiendo estos exaltados/as, defensores del lenguaje políticamente correcto. Estos, al final, son los peores.
    A mi me ha gustado mucho. Gracias.

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Por Arturo Quirantes, publicado el 19 enero, 2015
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